El lulo (Solanum quitoense) es una de las frutas más singulares y apreciadas en las regiones andinas de América del Sur por su sabor único, y es que ofrece una refrescante mezcla de acidez y dulzor que la convierte en un ingrediente imprescindible en muchas preparaciones gastronómicas. Pero más allá del particular sabor de esta fruta, el lulo tiene una rica historia, un origen fascinante y un creciente interés en los mercados internacionales, incluido Europa y en especial España.
El lulo es originario de las regiones andinas de América del Sur, con fuerte presencia en países como Colombia, Perú y Ecuador, país donde la fruta se conoce como naranjilla por su color. El nombre de la fruta, procede del idioma quechua, lengua oficial del Imperio Inca que a día de hoy sigue siendo uno de los idiomas más importantes de América del Sur. Aunque el cultivo y el consumo del lulo tienen una larga historia, su reconocimiento internacional ha sido mucho más lento, si lo comparamos con otras frutas tropicales como, por ejemplo, la piña o el mango.
En Colombia, el lulo se considera un ingrediente esencial de la gastronomía nacional, especialmente en la preparación del «jugo de lulo«, una bebida refrescante que se prepara licuando la pulpa de la fruta con agua y azúcar. Esta bebida es valorada por su frescura y sus propiedades nutricionales, considerada una fuente rica en vitamina C y antioxidantes, que además es ideal para acompañar las comidas o refrescarse en días calurosos.
Los principales países productores de lulo son Colombia y Ecuador, aunque también se cultiva en menor medida en países como Panamá, Costa Rica y algunas áreas de Perú. En Colombia, el lulo es especialmente importante en regiones como el Eje Cafetero y Nariño, donde el clima montañoso favorece el cultivo. A nivel internacional, el comercio de esta fruta es bastante limitado debido a su fragilidad, pues es muy sensible y se daña fácilmente durante el transporte.
Sin embargo, en países como Estados Unidos, Canadá y algunos países europeos, han mostrado un creciente interés por la importación de lulo a pesar del problema señalado, ya que existe una gran demanda por parte de las comunidades latinoamericanas que residen en estos países y también porque cada vez hay más cocineros interesados en los ingredientes exóticos.
En Europa, el lulo está empezando a ganar popularidad como una fruta tropical exótica, y en España, debido a su conexión cultural y comercial con América Latina, es uno de los países europeos donde más presencia tiene esta fruta, aunque la realidad es que todavía no es común en los mercados. Si buscamos lulo en ciudades como Madrid o Barcelona, lo podremos encontrar en algunas tiendas especializadas y mercados latinos, donde ofrecen lulo fresco o congelado, además de algunos productos derivados como las pulpas y los concentrados.
Otro dato destacado es que el interés por el lulo en Europa también está promovido por la creciente tendencia hacia los alimentos saludables y los denominados superalimentos o superfrutas, donde se valora significativamente el contenido nutricional y la carga de antioxidantes. Aunque sigue siendo un producto de un nicho de mercado, su potencial de crecimiento es considerable, y crecerá de forma significativa si se desarrollan métodos más eficaces para su transporte o se logra producir en países donde no es habitual el cultivo.
Cualidades nutricionales del lulo
Hablando del contenido nutricional del lulo y los beneficios que ofrece a la salud, destaca por su sabor y sus cualidades nutricionales, una ración de 100 gramos de esta fruta contiene aproximadamente unas 30 kilocalorías, una alta concentración de vitamina C y A, beneficiosas por reforzar el sistema inmunológico y mejorar la salud ocular y de la piel. Tiene minerales como el potasio, el fósforo y el magnesio, que son esenciales para la función muscular y ósea, y además fibra, que como sabemos, facilita la digestión y el tránsito intestinal. Finalmente hay que destacar que la fruta es una fuente rica en antioxidantes (ver estudio Pdf), proporciona elementos como los flavonoides y los carotenoides, que ayudan a combatir los radicales libres y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
En los últimos años se han realizado investigación científicas que han destacado el potencial de la fruta como alimento funcional, contiene compuestos bioactivos que pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo, factor clave en el envejecimiento y en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. Ofrece beneficios para la salud digestiva gracias a su contenido de fibra y ácido cítrico, lo que ayuda a prevenir problemas como el estreñimiento.
Favorece el control de peso y la salud metabólica, ya que su bajo contenido calórico unido a la capacidad para aumentar la sensación de saciedad, hace que la fruta sea una aliada en las dietas para la pérdida de peso. Algunos estudios sugieren que el extracto de lulo podría tener propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, aunque estos estudios están en fase inicial y se necesita más investigación para confirmar esos beneficios.
Sobre los usos culinarios del lulo hay que decir que se trata de un ingrediente muy versátil, además de los jugos antes mencionados, se utiliza en el mundo de la coctelería, ya que su sabor ácido combina bien con algunas bebidas espirituosas como la ginebra o el ron. Se utiliza en la elaboración de helados, mermeladas, mousses y tartas, en salsas para acompañar carnes y pescados, etc.
Como ya hemos comentado, uno de los mayores desafíos para la expansión internacional del lulo es su delicadeza y fragilidad, su piel fina y su alto contenido en agua, son factores de riesgo para que se dañe durante el transporte, lo que inevitablemente limita su exportación en la forma fresca. La alternativa por ahora es la pulpa congelada, gracias a esta opción se facilita que el lulo pueda llegar a cualquier mercado internacional manteniendo su sabor y calidad.
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