¿Puede la agricultura ecológica alimentar al mundo?, esta es una pregunta que se ha pretendido responder a través de un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y la Universidad de McGill (Canadá). En realidad el estudio es una revisión y análisis de diferentes artículos científicos en torno a este tema en los que se ha comparado el rendimiento de los alimentos ecológicos y el rendimiento de los alimentos convencionales. Son varias las conclusiones, se determina que el rendimiento de los cultivos ecológicos es menor, especialmente en la producción de cereales, alimentos que como sabemos son básicos en la dieta humana, sin embargo, en lo que respecta a otros cultivos, la diferencia de producción es menor.
Hay quienes indican que la agricultura convencional o industrial representa una amenaza ambiental que atenta contra los recursos naturales y es causante de la liberación de gases de efecto invernadero de forma directa o indirecta, recordemos que se produce mucho para poder alimentar al ganado para la producción de carne y alimentos derivados. Una vaca produce una media de 90 kilos de metano, lo que equivale a la emisión producida por 120 litros de gasolina, teniendo en cuenta la población mundial de rumiantes, se puede deducir que las cifras son muy elevadas, de ello hablábamos en el post Ovejas más saludables para el medio ambiente. Pero además de la producción intensiva y su destino, hay que citar los productos que se utilizan en los cultivos, productos que degradan el medio ambiente poniendo en peligro los recursos naturales.
Otras conclusiones determinan que la agricultura ecológica a gran escala sería un inconveniente, necesitan más terreno para su cultivo y los alimentos producidos no estarían al alcance de las personas con recursos más limitados, es decir, no serían una solución para reducir el hambre en el mundo. Habría que realizar muchos cambios para lograr una seguridad alimentaria sostenible, poner en práctica sistemas de hibridación con los que se obtuvieran alimentos más resistentes a las sequías, al ataque de plagas y enfermedades, buscar alternativas para incrementar la producción a fin de poder abastecer a la población a precios más competitivos y asequibles, garantizar que los agricultores podrían obtener la rentabilidad necesaria, etc.
El rendimiento de los alimentos ecológicos es un 25% menor que el rendimiento de los alimentos convencionales, pero sólo en determinados cultivos, quizá se deberían incrementar esfuerzos para lograr equiparar ambos tipos de producción. En lo que respecta a otros alimentos, la producción de ambos tipos es similar, lo que muestra que el cambio es posible, alimentarnos con productos más saludables, respetar y preservar los recursos naturales reduciendo además el gasto energético y las emisiones contaminantes también es posible. Sin embargo, en el estudio parece que se han olvidado de que se trata de una cadena, no es posible alimentar a los animales con agricultura ecológica, no al menos para satisfacer las necesidades a nivel mundial, recordemos que el consumo de carne crece año tras año y se calcula que alcanzará cuotas elevadas en las próximas dos décadas.
Quizá, paralelamente al incremento de las producciones ecológicas, sería necesario reducir la producción y consumo de carne para equilibrar la balanza. Pero volviendo a la investigación, los expertos indican que con una buena gestión el rendimiento de los alimentos ecológicos es sólo de un 13% menor que el rendimiento de los productos convencionales, una diferencia que posiblemente se podría reducir aún más. Se apunta que en algunos casos los alimentos orgánicos casi pueden competir con los alimentos obtenidos de la producción intensiva, se habla de los cultivos particulares o de autoabastecimiento, las condiciones de los cultivos, la gestión, etc. En este sentido recordamos el informe de Sr. Olivier De Schutter, Relator Especial sobre el derecho a la alimentación, indicando que la agroecología era el mejor modelo a seguir para garantizar el abastecimiento alimentario en las próximas décadas, de ello hablábamos en el post La ONU aconseja la ecoagricultura.
Los investigadores indican que la mejora de las técnicas y gestión, y utilizar la agricultura ecológica en aquellas zonas que son más favorables, mejoraría el rendimiento recortando diferencias con respecto a la agricultura convencional. En el estudio se habla de los fertilizantes orgánicos, un aporte extra de nitrógeno sería necesario para mejorar el rendimiento, por lo que parece que sería forzoso tener que recurrir a los fertilizantes químicos aunque de forma comedida, ya que no se puede confiar únicamente en el estiércol para lograr la rentabilidad deseada. ¿Puede la agricultura ecológica alimentar al mundo?, sí, pero se deberían realizar algunos cambios y a pesar de ello, es difícil saber si se lograría igualar la rentabilidad. Los expertos realizan una propuesta interesante que parece ser una fusión entre ambos tipos de agricultura, el sistema convencional podría adoptar algunos procedimientos propios de los cultivos ecológicos, mejorando la sostenibilidad y pudiendo obtener beneficios ambientales.
En el artículo de Science Daily, los investigadores apuntan que en vez de preguntar si un alimento se ha producido de forma ecológica, se debería preguntar si se ha producido de forma sostenible, es una reflexión interesante, sin duda. Los resultados del estudio muestran que hay que ir más allá de las posturas contrarias, hay que intentar consensuar y encontrar nexos de unión en los que se combinen prácticas orgánicas y convencionales, de este modo se logrará mayor rentabilidad reduciendo el impacto ambiental, es posible crear un sistema alimentario mucho más sostenible que el actual.
Pero como hemos indicado anteriormente, quizá el estudio debería haber tenido en cuenta otros factores sociales y económicos, recordemos que todavía no se ha respondido a la pregunta ¿Cómo alimentar al mundo en 2050? y otro participante está en el campo de juego intentando que su respuesta sea la aceptada, el uso de alimentos transgénicos. Hay mucho que hablar y tratar, posiblemente a raíz de esta investigación, aparezcan nuevos trabajos tanto para avalar resultados y soluciones, como para intentar demostrar que la agricultura ecológica no es un modelo factible para abastecer a una creciente población mundial. A través del artículo de la publicación científica Nature podréis conocer más detalles sobre este estudio.
Foto | CIAT
3 comentarios
El año pasado este fue uno de los temas tratados en Biofach, en Nüremberg. Efectivamente se comentó que ese 25% de diferencial entre la eficiencia de los cultivos ecológicos y los convencionales es mucho menor porque la gestión de los ecológicos no siempre es la más óptima, entre otras cosas porque el consumo de este tipo de productos aún no es lo suficientemente grande como para justificar inversiones en mejoras logísticas y operativas. Sin embargo en la medida en que el consumo aumente, mejorarán los procesos y la brecha disminuirá.
Un saludo
Por cantidades es evidente que si, aunque cueste verlo: la alimentación no solamente es un aporte de calorias y vitaminas, por la alimentación actual segun se estudia y se tardara en demostrar estamos incrementando de forma exponencial las ALERGIA,INTOLERANCIAS,ETC.
Actualmente el consumo de alimentos «BIO» procedentes de agricultura «ECO» se centra en un 80% en personas con problemas sanitarios en persona o en sus hijos.
Está claro que mucha gente opina así… porque los medios informan así. Hay un claro interés político-económico en controlar el mercado alimentario (en controlar las semillas… ahí están los transgénicos haciendo su trabajo) como una forma importantísima de poder.
Hay que informarse, experimentar y escuchar a expertos que hacen estudios que no están financiados por intereses ocultos (empresas alimentarias)