El USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) ha presentado recientemente varios prototipos del logotipo para los alimentos transgénicos, son propuestas que se han diseñado tras la aprobación de la Ley Federal del etiquetado transgénico en Estados Unidos en julio de 2016. Estas propuestas aparecen en el borrador de las directrices que se establecen en la mencionada ley, en la que se obliga a establecer un estándar nacional sobre cómo debe ser la divulgación de la información relacionada con los alimentos modificados genéticamente para los consumidores del país.
El Servicio de Comercialización Agrícola ha publicado el documento con las reglas (que ya debían haberse publicado hace tiempo), para que las partes interesadas puedan comentar y expresar su opinión sobre todos los puntos establecidos, comentarios que se podrán enviar antes del próximo 3 de julio. En ellos se establecen las definiciones, qué información se debe dar a conocer, la definición de lo que es la bioingeniería y qué son los alimentos biotecnológicos, qué alimentos están exentos en la nueva reglamentación, cómo se debe proceder a la divulgación de la información, etc. A primera vista, los prototipos del logotipo para los alimentos transgénicos en Estados Unidos no convencen en absoluto, siendo una de las razones principales que se parecen a los logotipos utilizados en los alimentos saludables.
Sobre los alimentos exentos de brindar información, recordemos que la reglamentación determina que no se requiere que se etiqueten los alimentos que se sirven en los restaurantes, tampoco es necesario que se identifiquen los productos cárnicos procedentes de los animales que han sido criados con alimentos transgénicos, ni los alimentos producidos a través de la edición genética, técnica por la cual se silencian determinados genes de los productos alimentarios y que facilitan evitar problemas como el pardeamiento que sufren patatas o manzanas entre otros alimentos, se pueden poner como ejemplo las variedades de manzanas Arctic Golden y Arctic Granny, o la patata Innate. Como información adicional, recordemos que a principios de año el USDA anunció que no regularía las plantas sometidas a la edición genética.
Como podéis ver en la ilustración que encabeza el post, los logos son una carita sonriente, un sol sonriente y un paisaje amable, todos pintados con colores verdes y amarillos y con el mensaje “BE” cuyo significado es ‘bioingeniería’, término que los críticos de los logotipos consideran que no es familiar para los estadounidenses, en comparación con otras descriptivas como ‘transgénico’ o ‘alimento modificado genéticamente’. En las tiendas de comestibles encontramos muchos productos con una etiqueta que indica que el alimento no contiene transgénicos, se utiliza la imagen de una mariposa posada en una hoja y colores muy similares, por lo que el nuevo etiquetado se considera engañoso, tanto en el dibujo como en el uso de una palabra con la que no se está familiarizado.
Ante las críticas vertidas sobre estos logotipos, el USDA comenta que de momento no puede pronunciarse, al menos hasta que se acabe el periodo de comentarios y se haya definido qué logotipo se utilizará, pero lo cierto es que las críticas recaen sobre todas las propuestas y el USDA lo que hace es obviar una realidad, que estos logotipos no son lo que se esperaba para identificar un alimento modificado genéticamente. Por supuesto, la industria alimentaria y el sector de la biotecnología en general ven las etiquetas con buenos ojos y consideran que marcan un antes y un después, un borrón y cuenta nueva.
Los agricultores que cultivan alimentos transgénicos se sienten cómodos con estos logotipos, a pesar de que antaño no querían que se identificaran los productos biotecnológicos son sellos que son acordes a lo que consideran una realidad, la mayoría de los productos que se comercializan en el mercado estadounidense contienen alimentos modificados genéticamente desde hace muchos años y no existen estudios que demuestren que son negativos para los seres humanos o menos saludables. Así lo concluían las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina en 2016. tras realizar una revisión de más de 900 estudios.
Las propuestas de los logotipos son cuestionables, del mismo modo que se puede cuestionar cómo podrán proporcionar las empresas la información sobre los alimentos modificados genéticamente, mediante códigos de barras, texto, códigos QR, enlaces digitales, un teléfono de atención al cliente o mediante estos nuevos logos que posiblemente utilizarán pocas empresas. Muchas de las opciones informativas propuestas no suelen ser utilizadas por la mayoría de consumidores, la idea es evitar que se coloque en las etiquetas alimentarias el mensaje ‘materias primas transgénicas’, principal reivindicación de quienes quieren una información sencilla, clara y accesible.
Claro que, como decíamos, posiblemente sean pocas las empresas que utilicen alguno de los logos propuestos, optando por los diferentes sistemas informativos antes comentados, que lo que hacen es dificultar a los consumidores el acceso a la información y la capacidad de poder decidir rápidamente con un simple vistazo si adquieren o no el alimento en cuestión.
A través de este documento (Pdf) podéis acceder al borrador sobre la normativa de la legislación sobre transgénicos, los estadounidenses podrán acceder a esta página para poder comentar lo que opinan sobre las reglas y realizar las propuestas oportunas. Esto es un mero formalismo porque da la impresión de que todo está orquestado y planificado, no es extraño que grupos ambientalistas y consumidores crean que esta es una burda puesta en escena que servirá de poco. Sin duda, la abolida Ley del etiquetado de los alimentos transgénicos de Vermont era mucho más transparente y coherente.
En los próximo días hablaremos sobre los puntos de conflicto presentes en la propuesta del USDA que hemos conocido aquí, y cómo esta agencia los elude descaradamente, dando una clara impresión de que está trabajando a favor de las empresas que quieren intentar limitar en la mayor medida posible el acceso a la información sobre la presencia de transgénicos en los alimentos.