Hace unos días podíamos saber que organizaciones como The American Soybean Association, American Feed Industry Association, National Milk Producers Federation y Coalition for Safe Affordable Food, solicitaban urgentemente una Ley Federal sobre los requisitos del etiquetado de los alimentos modificados genéticamente. Estas organizaciones consideraban que era urgente que se aprobase una Ley Federal para evitar que cada Estado de Estados Unidos pudiera aprobar de forma individual una reglamentación sobre el etiquetado transgénico con reglas diferentes, creando un mosaico legislativo complejo en el que además se incluirían reglas para el etiquetado los piensos con los que se alimenta a los animales, algo que no se solicita en la ley del Estado de Vermont.
Agricultores y ganaderos advertían que una situación así podría provocar una reestructuración compleja del sistema de etiquetado, cambios de las empresas para el abastecimiento de materias primas, aumento del precio de los piensos, incertidumbre fiscal y el cierre de muchas pequeñas empresas por no poder soportar económicamente todos estos cambios fruto de diferentes regulaciones estatales. Pues bien, ayer se presentó una propuesta para una Ley Federal del etiquetado transgénico en Estados Unidos que fue aprobada por el Comité del Senado para la Agricultura, Nutrición y Silvicultura.
Este Proyecto de Ley debe ser todavía aprobado por el Senado (cámara alta) y la Cámara de Representantes (cámara baja del Congreso), cuenta con el respaldo de la Grocery Manufacturers Association (Asociación de Fabricantes de Alimentos), a la que pertenecen compañías como PepsiCo, BASF, Bayer Cropscience, Dow Agrosciences, Nestlé, Coca Cola, Dupont Conagra, Syngenta, Kellogg’s o Monsanto, entre otras, formando el conocido lobby anti etiquetado transgénico, que en su momento propuso más flexibilidad permitiendo a los fabricantes ofrecer la información a través de diferentes métodos, no siendo obligatoria la identificación del producto transgénico a través del etiquetado.
En esta nueva propuesta de Ley Federal se contempla la posibilidad de proporcionar la información a través de símbolos, códigos QR, páginas web, etc. Con ello se evitaría que se crearán diferentes reglas legislativas en cada Estado del país. Para los activistas que quieren transparencia y que se informe a los consumidores si un alimento contiene materias primas transgénicas, es una ley hecha a medida para las empresas, por lo que se pide al Senado que sea rechazada cuando se presente en la cámara. Argumentan que las grandes empresas procesadoras de alimentos y la industria de la biotecnología utilizarían esta nueva ley para inducir a error a los consumidores. Es mucho más sencillo y entendible que la información aparezca en los envases alimentarios.
Claro, que hay que decir que esta propuesta de ley llega un poco tarde, ya que varias empresas ya han empezado a realizar el despliegue del etiquetado transgénico a nivel nacional con el propósito de poder cumplir con los requisitos de la Ley de Vermont que entrará en vigor el 1 de julio. Recordemos que compañías como ConAgra Foods, General Mills, Kellogg’s o Mars, entre otras, que inicialmente se oponían a proporcionar este tipo de información, cambiaron su postura anunciando que la ofrecerían a nivel nacional a través del etiquetado de sus productos, además de crear páginas web para que los consumidores puedan realizar búsquedas de productos alimentarios y saber si en la lista de ingredientes aparecen materias primas modificadas genéticamente.
Para la Grocery Manufacturers Association (GMA) era urgente que se promulgara una Ley Federal antes de que entrara en vigor la ley de Vermont sobre el etiquetado transgénico, la propuesta ya está realizada, pero ahora será necesario saber si será aprobada o desestimada. El Proyecto de Ley que podéis conocer en este enlace (Pdf), previsiblemente entraría en vigor en dos años, define qué es la ingeniería genética en base a las técnicas para combinar el ADN, pero exime otras técnicas como la edición genética. En ella no se hace referencia al uso del término ‘natural’ en los alimentos transgénicos, recordemos que la ley de Vermont determina que no se podrá utilizar este término en los alimentos que contengan materias primas transgénicas.
En los puntos de la Ley Federal no se hace referencia al tema del término ‘natural’ por razones obvias, la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) no ha definido todavía el término. En definitiva, según esta nueva Ley Federal, las empresas podrán proporcionar la información sobre los alimentos modificados genéticamente a través de códigos QR, códigos de barras, texto, enlaces digitales, símbolos o a través de un teléfono de atención al cliente. Con algunas de estas medidas se evita colocar el mensaje ‘materias primas transgénicas’ en los alimentos, algo que precisamente ha sido la principal reivindicación de quienes quieren la información sencilla, clara y accesible.
Claro, que hay que añadir algunas complicaciones, en el caso de utilizar etiquetas inteligentes o códigos digitales, el proyecto de Ley Federal determina que el USDA (Departamento de Agricultura) deberá realizar una encuesta en un plazo máximo de un año desde la fecha de la aprobación de la ley para la identificación de posibles desafíos tecnológicos, esto podría impedir que una parte de los consumidores no tuvieran acceso a la información a través de los métodos de divulgación electrónicos o digitales. En el caso de que el USDA determinara que las personas no son capaces de acceder a la información, se explorarían otras opciones. Parece evidente que la finalidad es retrasar todo lo posible la divulgación de la información.
En la legislación propuesta, la carne y productos lácteos no se considerarían alimentos transgénicos por el hecho de que los animales se hubieran alimentado con piensos transgénicos, recordemos que esta era la reivindicación principal de las empresas productoras de materias primas, argumentando que la carne y la leche de vacas alimentadas con cultivos transgénicos no contienen rasgos modificados genéticamente, algo que no es compartido por algunos investigadores.
Según leemos aquí, si esta Ley Federal del etiquetado transgénico se aprueba, anularía la Ley de Vermont e impediría que cualquier otro Estado del país orquestara una legislación para identificar los alimentos modificados genéticamente. Se puede decir que este es el último intento para evitar que una buena parte de los consumidores puedan ejercer su derecho a saber sobre los alimentos, pronto sabremos si el Proyecto de Ley Federal se aprueba o desestima, para muchas personas hay mucho en juego.
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