Hemos hablado de pocas variedades de calabaza, pero si no nos equivocamos, la que más se consume en España es la calabaza butternut (Cucurbita moschata) o la clásica calabaza (Cucurbita maxima). Ya nos gustaría que fuera más fácil encontrar otras variedades como la hokkaido o potimarron. En cualquier caso, estamos hablando de un alimento muy interesante por sus propiedades nutricionales, además la calabaza nos ofrece un sinfín de posibilidades de crear platos.
Hace unos días os hablábamos de las propiedades nutricionales de las castañas, hoy continuamos con otro producto que nos alegra el otoño, como es la calabaza, y así iremos desgranando cuán rica puede ser la cocina de esta estación, tanto para nuestro organismo como para nuestro paladar. Ya os adelantamos nuevas recetas con calabaza, cremas, postres… hoy vamos a conocer las propiedades nutricionales de la calabaza, seguro que esta información os anima aún más a incluirla en vuestra dieta.
Aunque según las distintas variedades de calabaza los valores nutricionales varían algo (también varían según la tierra de cultivo, entre otras cosas, aunque sean de la misma variedad), vamos a hablar de los valores nutritivos medios de este alimento, como es habitual, son los valores por 100 gramos del producto en crudo.
La calabaza tiene un elevadísimo contenido en agua, alrededor del 92%, por lo que es una hortaliza muy baja en calorías, aporta alrededor del 25-30 kcal. Su aporte en proteínas también es reducido, alrededor de 1 gramo, es más rico en carbohidratos, y cuanto más dulce sea la calabaza más poseerá. Por ejemplo, la butternut es una de las variedades de calabaza con la pulpa más fina y dulce, puede contener entre 4 y 8 gramos de hidratos de carbono por cada 100 gramos, no es mucho. Además, es un alimento rico en fibra. Hasta aquí ya podemos resumir que es un alimento adecuado para las dietas de control de peso.
Pero hay mucho más, la calabaza contiene nutrientes muy beneficiosos para la salud de todos, se considera un excelente alimento por sus propiedades antioxidantes, compuestos que retrasan la oxidación de las células que provoca la acción de los radicales libres. Es rica en betacarotenos o provitamina A (los que proporcionan la coloración anaranjada), un tipo de flavonoide que se considera anticancerígeno.
La calabaza también es rica en vitamina C, aunque queda muy lejos de las naranjas, y contiene vitaminas del grupo B, E y ácido fólico. En cuanto a minerales, destaca el calcio, el magnesio, el manganeso y el potasio. Por su composición nutricional, la calabaza recibe el trato de alimento adecuado para todo tipo de dietas, mejora la salud del corazón y de la vista, previene el cáncer, es antiinflamatoria, diurética, previene el estreñimiento, y favorece la dieta de las personas diabéticas puesto que sus carbohidratos son de absorción lenta.
Y ahí no queda todo, ya sabéis que la calabaza guarda otro tesoro nutricional en su interior, sus semillas o las pipas de calabaza. Si ya tenéis preparado vuestro ejemplar en la cocina, recordad el consejo para cortar y pelar la calabaza, y disfrutad a menudo de este alimento.
Foto | Fred V