Ante los datos que se muestran sobre el consumo de vino español, la promoción del vino es una cuestión de necesidad. En España, el acumulativo sobre el descenso del consumo se sitúa en un 20% menos durante los últimos 15 años y quienes sufren mayores consecuencias son los pequeños productores.
Los mercados internacionales son la esperanza actual de los bodegueros de nuestro país, pero también lo es la unión que permita crear la marca Spanish Wines como una referencia de calidad que aglutine a todos los vinos que se producen en nuestro país.
Ya lo comentábamos en Los vinos españoles son los otros en el mercado de Estados Unidos, donde conocíamos que Julio Cerviño, profesor de Investigación de Mercados de la Universidad Carlos III, durante una ponencia en el VI Foro Mundial del Vino, indicaba que los vinos españoles se encuentran presentes en las cartas de los restaurantes bajo la denominación otros vinos, nada que ver con otros apartados en el que se muestran “French wines” (vinos franceses) o “Italian wines” (vinos italianos).
El vino español necesita consolidar su identidad y más sabiendo que la calidad que ofrece es espectacular, pero por desgracia, la popularización del vino español no está consolidada. Es gracioso, ¿de qué serviría que España se convirtiera en el primer productor vitivinícola a nivel mundial como indicaba Josep Puxeu, secretario general de Agricultura del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) si después no se puede vender el vino?, bueno ya sabemos que muchas de las declaraciones que realiza el secretario general son verdaderos fiascos.
Pero volviendo al tema, para agravar más la situación, los vinos españoles que abastecen a aquellos mercados en los que se encuentra consolidado y tiene un cierto nombre, también pierden terreno, podemos citar como ejemplo que el Reino Unido prefiere los vinos chilenos a los vinos españoles. El vino chileno ha superado al vino español en el ranking de ese país y la situación se puede repetir en otros países. Los vinos del Nuevo Mundo aceleran su presencia, ofrecen gran calidad y precios reducidos, pero además les acompaña una buena promoción y se presentan bajo una etiqueta general vinos chilenos, vinos argentinos, etc.
El sector vitivinícola español necesita una reforma que permita la unión de todos los viticultores, igual que ocurre en Italia. Los productores de ese país (que son muchos) han trabajado para potenciar «Italy Wines» y les ha dado muy buenos resultados. La unión permite una mejor promoción de la calidad, actuación que debería tenerse en cuenta ante los nuevos mercados que se muestran receptivos, como por ejemplo el chino.
Es necesaria la exportación de una marca nacional, los expertos así lo aseguraron en la reunión del VI Foro Mundial del Vino. Muchas denominaciones son desconocidas y luchar por cuenta propia no mejora la situación frente a tanta competencia de calidad, es obligado el paraguas de la marca nacional.
Vía | Expansión