Durante los últimos años hemos conocido varias iniciativas desarrolladas en Estados Unidos para intentar que se aprobara una legislación que etiquetara los alimentos modificados genéticamente, como sabemos, estas iniciativas han fracasado, pero ello no ha desmotivado a las organizaciones y asociaciones que siguen exigiendo este tipo de identificación y cada cierto tiempo se suma un nuevo Estado del país intentando lograr ese objetivo. A esto hay que añadir que aunque se haya fracasado en la lucha del etiquetado transgénico, se han logrado beneficios colaterales, como por ejemplo el impulso que ha recibido el mercado de los alimentos ecológicos.
No hace mucho podíamos saber que las grandes empresas estadounidenses querían que la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de EE.UU) considerase los alimentos transgénicos como alimentos naturales, esta era la petición de la GMA (Asociación de Fabricantes de Alimentos). Pues bien, quizá ya no sea necesario que se lleve a cabo esta consideración, acabamos de saber que se ha presentado un Proyecto de Ley Federal en el país, en el que se pretende prohibir cualquier etiquetado obligatorio de los alimentos modificados genéticamente. Bajo el título ‘Ley de Etiquetado de Alimentos Seguros’ (Safe and Accurate Food Labeling Act), no sólo busca prohibir este tipo de etiquetado, también se quiere poner fin a las propuestas de iniciativas para el etiquetado de alimentos modificados genéticamente a nivel estatal.
Según los promotores de este Proyecto de Ley, con esta nueva reglamentación se pretende garantizar que Estados Unidos puede seguir produciendo la cantidad de alimentos necesaria para poder «alimentar a todo el mundo», parece que lo que realmente importa es la productividad y no importa el tipo de alimento que sea, tradicional, ecológico, transgénico… Según los responsables de este Proyecto de Ley, dado que hasta la fecha no se ha aportado ninguna evidencia científica de que los alimentos modificados genéticamente pueden representar un riesgo para la seguridad de los consumidores, etiquetar para identificarlos no tiene sentido y además, engaña a los consumidores haciéndoles creer que existe un riesgo de seguridad. En un país en el que se ensalza la democracia, con esta nueva reglamentación planteada se parece más a una ‘república bananera’.
La propuesta «Safe and Accurate Food Labeling Act» cuenta con un gran respaldo por parte de la Coalición por los Alimentos Sanos y Asequibles (que no os confunda su nombre), es una coalición que se dedica a proporcionar a los responsables políticos, medios de comunicación, consumidores y todas las partes interesadas, información (hechos) sobre las materias primas alimentarias desarrolladas mediante biotecnología. Esta coalición está formada por agricultores, representantes de la industria alimentaria y organizaciones no gubernamentales, se dedica a respaldar el cultivo de transgénicos mostrando que además de seguros, ofrecen beneficios importantes, argumentan la falta de evidencias científicas que pongan en tela de juicio los alimentos, ensalzan el nivel productivo y destacan que el 80% de los alimentos que se consumen son modificados genéticamente, argumentan que son seguros para el medio ambiente, son rentables, reducen costes de producción, etc.
Esta coalición ha sido una de las opositoras importantes a todas aquellas propuestas llevadas a cabo en cada Estado del país para etiquetar los alimentos transgénicos. Evidentemente, los defensores del etiquetado de alimentos modificados genéticamente se oponen a este Proyecto de Ley para prohibir el etiquetado de alimentos transgénicos, argumentan que se trata de una afrenta a los derechos de los Estados y es un ataque a los consumidores que desean saber qué alimentos están comprando. Recordemos que en todas las iniciativas no se ha hablado de riesgos para la salud o del medio ambiente, simplemente se solicitaba que estos alimentos fueran identificados para que cada consumidor pudiera elegir si quiere o no consumirlos.
El impulsor de este Proyecto de Ley es el congresista Mike Pompeo, podéis ver el anuncio de su propuesta a través de su página web, y a través de este enlace (Pdf) podréis conocer el Proyecto de Ley presentado.
Pompeo está decidido a llevar a cabo todas las acciones legales necesarias para prohibir esas iniciativas que promueven el derecho a saber de los alimentos. Uno de los puntos de su propuesta es que los nuevos alimentos transgénicos desarrollados, sean enviados a la FDA para que realicen las revisiones oportunas para determinar si son equivalentes a los alimentos tradicionales, de ser así, se comercializarían sin más. Apunta el congresista que esto no impedirá que algunas empresas etiqueten sus alimentos como libres de transgénicos. Para algunos es un Proyecto de Ley inviable, no ofrece soluciones para el debate sobre el etiquetado de los transgénicos y por supuesto, priva al consumidor de su derecho a saber lo que adquiere en los supermercados. La industria que se dedica a los alimentos modificados genéticamente va a hacer todo lo posible por mantener desinformados a los consumidores, muchos intereses económicos están en juego y por ello parece que se pisotean los derechos del consumidor.
No tardaremos mucho en saber cómo reaccionan los consumidores que han apoyado las campañas a favor del etiquetado que identifique a estos alimentos, aunque las primeras reacciones ya dejan entrever que el Proyecto de Ley ha caído como un jarro de agua fría. Podéis conocer más detalles de la noticia a través del artículo publicado en International Business Times.
