Conocemos una empresa estadounidense con el nombre de Hatchless que podría revolucionar la producción de carne de ave gracias a una nueva tecnología patentada, que imita el proceso natural que se produce en el interior de un huevo al desarrollar un polluelo. Esta tecnología permite producir carne de pollo sostenible a partir de huevos sin fertilizar, sin tener que utilizar productos químicos, factores de crecimiento, células genéticamente modificadas y sin las ineficiencias o problemas asociados a la producción avícola.
Recordemos que en la producción de carne de cultivo celular se requiere alimentar a las células en sus diferentes etapas del desarrollo con distintos materiales, aminoácidos, metionina, lisina, etc. Estos elementos se pueden producir en grandes cantidades mediante procesos de fermentación con costes económicos, pero también son necesarios factores de crecimiento y estos son considerablemente caros, algunos tipos de proteína llegan a costar nada menos que 800.000 dólares por gramo. Es por ello que las empresas de este segmento tratan de encontrar formulaciones alimentarias para las células que permitan abaratar los costes de forma notable.
Vahid Hosseini, director ejecutivo de Hatchless, observó las numerosas deficiencias de la industria de la carne de cultivo celular, y en su búsqueda de un método más eficiente y efectivo que redujera tiempos de producción y costes, dio con una solución muy natural, el huevo. Un huevo tiene todos los ingredientes necesarios para la producción y crecimiento de las células, siendo autosuficiente a la hora de producir tejido sin tener que utilizar procesos complicados y sin tener que utilizar aminoácidos o caras proteínas.
Dentro de un huevo fertilizado, el desarrollo de un pollito es un proceso complejo que se inicia con la fertilización del óvulo que, después de ser puesto por la gallina, se convierte en un embrión. El embrión utiliza los nutrientes contenidos en el huevo para crecer y desarrollarse, proceso de unos 21 días en el que el embrión pasa por diversas etapas de desarrollo, formando órganos, extremidades y, finalmente, como un pollito completamente desarrollado rompiendo el cascaron. Este proceso autosuficiente y eficiente ha inspirado a los responsables de la empresa Hatchless para desarrollar una tecnología que permita producir carne de pollo, sin la necesidad de criar y sacrificar pollos.
Rouzbeh Taghizadeh, cofundador de Hatchless, presentó la “unidad de producción escalable» o «biorreactor de huevos«, un dispositivo que permite que las células de las aves de corral crezcan en un huevo infértil y se recolecten varias veces sin la adición de factores de crecimiento, productos químicos, enzimas, hormonas, etc. La empresa explica que es una pequeña unidad autosuficiente y fácil de escalar, capaz de producir hasta el 30% de la carne de pollo picada que se consume en Estados Unidos, y sólo utilizando el 5% de los huevos que normalmente se descartan.
La “unidad de producción escalable» o SPU no tiene nada que ver con los biorreactores tradicionales, que no pueden replicar adecuadamente las condiciones naturales necesarias para el crecimiento celular, y a esto hay que añadir que la eficiencia energética del dispositivo es mucho mayor, lo que suma otro factor más que reduce costes. El crecimiento de las células no se produce en suspensión, las células están adheridas a una matriz, lo que hace que la SPU sea una solución mucho más efectiva que las utilizadas hasta la fecha.
La empresa apunta que su tecnología podría reducir la crianza de pollos de engorde hasta en un 95%, lo que evitaría el sacrificio de aproximadamente 9.000 millones de pollos al año en Estados Unidos. Además, asegura que facilita una producción de carne equivalente a 9.000 millones de pollos a partir de los huevos producidos por 500 gallinas ponedoras, y tal reducción de la producción intensiva tradicional conllevaría otros beneficios, como la disminución de los brotes de enfermedades y plagas, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción avícola, y el riesgo de contaminación alimentaria, entre otras cuestiones.
Según los responsables de Hatchless, la producción de carne avícola convencional y la producción de carne avícola cultivada tienen un consumo energético elevado y una gran volatilidad de precios, problemas que con la nueva tecnología se pueden evitar, ya que es más económica, ética y ecológica. Ahora y según explican aquí, la empresa busca inversores y socios para expandirse y construir instalaciones, paralelamente está trabajando con la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para cumplir con los requisitos regulatorios pertinentes.
Ya veremos si es posible esa trasformación de la industria de la carne avícola de Estados Unidos, ya que es probable que el sector de la producción tradicional intente frenar algo que podría perjudicar a su actual modelo de negocio, sin importar cuan sostenible, eficiente o económico sea. Podéis conocer algo más de la empresa a través de su web, y decimos algo más porque la verdad es que no hay mucha información, es de suponer que cambiarán su página a medida que avancen en su modelo de negocio.