La producción de miel en las ciudades es algo que se realiza en otros países, un ejemplo sería Francia. Un programa piloto iniciado hace unos años ha permitido recuperar colmenas urbanas que endulzan con la miel producida por las abejas a los habitantes del país. En el tejado del Hotel parisino Eiffel Park en pleno corazón de París, tres colmenas producen unos 150 kilos de miel con la que el hotel endulza los desayunos y postres de sus clientes, es una muestra más de cómo es posible una convivencia entre abejas y humanos muy gratificante.
Algo distinto ha pasado en España, en varias ocasiones hemos podido conocer a través de los medios de comunicación, que los apicultores o los bomberos debían acudir a retirar colmenas que se habían formado en diferentes lugares de la ciudad. Sin embargo, parece que incluso las ciudades españolas comienzan a aceptar la presencia de las abejas como un indicador de la calidad del aire, una iniciativa del Ayuntamiento de Córdoba ha convertido a las abejas en bioindicadores para tal efecto, aunque por el momento no se habla de producción de miel.
Evidentemente la contaminación reinante en las grandes ciudades nos haría sospechar que la miel producida en la ciudad podría estar contaminada o ser de peor calidad, sorprendentemente un estudio elaborado por la Asociación Francesa de Apicultores muestra todo lo contrario.
Al parecer, las abejas de ciudad son más productivas y saludables que las que se encuentran en zonas no urbanas, evidentemente en el campo se utilizan más productos químicos que pueden afectar a las abejas, recordemos por ejemplo la información del post Se reduce la producción de miel en los países europeos, en el conocíamos que los pesticidas, insecticidas y demás productos químicos empleados en la industria agroalimentaria eran una de las principales causas que provocaban el descenso de la población de abejas.
El artículo de Soitu es sumamente interesante, nos recuerda la importante relación entre los alimentos y la polinización de los insectos, gracias a la polinización que realizan los insectos el 70% de los cultivos mundiales salen adelante. La labor de abejas y demás polinizadores es fundamental para la alimentación humana, la drástica reducción de estos insectos hace necesaria una intervención de carácter urgente a fin de preservar la alimentación en un futuro próximo.
Pero volvamos al tema de la producción de miel en las ciudades, poco a poco se incrementa en otros países, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, etc., la apicultura florece en las grandes ciudades y esta no es sólo desarrollada por profesionales, aficionados como la responsable del blog La Ciudad de las abejas (City Bees), comparte sus experiencias con los internautas en su constante aprendizaje sobre la producción de miel en el tejado de su casa.
A diferencia de los apicultores de las ciudades del Reino Unido o Francia, en Estados Unidos no se permite la crianza de determinados animales o insectos que puedan suponer una amenaza para el ser humano, de ahí que el blog City Bees sea especialmente atractivo, ya que su propietaria se puede considerar una apicultora furtiva. Quizá Estados Unidos debería replantearse la legislación sobre las abejas, y más sabiendo que es uno de los países que más han acusado la reducción de esta población productora de miel.