Son muchos los estudios que se han realizado sobre la influencia del cambio climático en la producción de alimentos, en la mayoría de investigaciones se ha tratado la reducción del rendimiento de los cultivos debido al incremento de las temperaturas. Pero muchos de estos estudios no han tenido en cuenta en la ecuación la contaminación medioambiental y concretamente la contaminación por ozono, un gas natural de la atmósfera cuya concentración a nivel del mar es de 0,01 mg kg-1, pero debido a la contaminación por gases de efecto invernadero y a la radiación solar, su nivel puede incrementarse y convertirse en un gas contaminante que afecta a los cultivos alimentarios.
Ahora, un nuevo estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Colorado y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha demostrado que la interacción entre producción de alimentos, cambio climático y contaminación ambiental puede ser muy importante, por lo que para abordar el tema de la seguridad alimentaria no se puede sólo tener en cuenta el calentamiento del planeta como advertía la FAO hace unos meses, también se han de tomar medidas contra la contaminación medioambiental.
En este nuevo estudio se analizó exhaustivamente la producción de cuatro cultivos de importancia, representan la mitad del consumo humano en el mundo, soja, arroz, trigo y maíz. Dependiendo de la región, los efectos pueden variar considerablemente y algunos cultivos pueden verse afectados en mayor grado sea por uno u otro factor, por ejemplo, el trigo, según comentan los expertos, es muy sensible a la exposición al ozono, en cambio el maíz se ve más afectado por la exposición al aumento de las temperaturas. Los investigadores explican que se sabe que las altas temperaturas y la contaminación por ozono dañan a las plantas y puede afectar de forma significativa al rendimiento de los cultivos, pero nadie ha analizado la interacción del aumento de las temperaturas y el ozono, y como afecta al rendimiento alimentario.
Los expertos explican que sobre todo se ha hablado del aumento de la temperatura y cómo afecta a la producción de todo tipo de alimentos. Quizá ya metidos en el tema hubiera sido interesante incluir otro factor que también es determinante, que afecta a la producción de alimentos y pone en riesgo la seguridad alimentaria, hablamos de la propagación de plagas, virus, bacterias, hongos, infecciones y otros agentes se están introduciendo en zonas hasta entonces no aptas que además empiezan a alimentarse con otro tipo de alimentos, de ello nos hablaba el estudio desarrollado por expertos de las Universidades de Exeter y Oxford, sobre el aumento de la temperatura global y el radio de acción de las plagas.
Como decíamos, la interacción entre contaminación y aumento de las temperaturas afectará en mayor o menor grado dependiendo del cultivo y la zona de cultivo. Por ello es muy importante adoptar políticas sobre la calidad del aire para reducir todas aquellas variables que pueden influir en el rendimiento alimentario. En el caso de Estados Unidos, los expertos comentan que se esperan regulaciones más estrictas sobre la calidad del aire, regulaciones que persiguen alcanzar una fuerte reducción de la contaminación por ozono y por ende, reducir el impacto que tiene en los cultivos. Sin embargo, en otras regiones del planeta, los rendimientos alimentarios estarán condicionados a las políticas que se adopten sobre la contaminación del aire, para los expertos es prioritario que se mejore la calidad del aire para poder garantizar la alimentación del planeta en las próximas décadas.
Todos los factores que pueden afectar al rendimiento alimentario se han de tener en cuenta, se baraja que el calentamiento del planeta puede provocar una reducción del rendimiento de los cultivos en un 10% para el año 2050. Antes hemos hablado del factor de las plagas, pero otro factor que se debe tener en cuenta es la capacidad de producción de alimentos, recordemos que el experto ambientalista Lester Brown daba a conocer un estudio en el que se mostraba que esta capacidad estaba estancada. El ambientalista explicaba que el rendimiento depende de varios factores, agua, fertilizantes, luz solar, calidad de las semillas… se ha mejorado tanto cada cultivo a nivel genético, que quedan pocas opciones para hacerlos producir más, aseguraba que los gobiernos no han entendido que se está presionando sobre los límites naturales del rendimiento del grano, por lo que no queda otro remedio que rediseñar las plantas. Explicaba que además del cambio climático existen otras limitaciones, como por ejemplo la disponibilidad del agua o la erosión del suelo. En definitiva, un suma y sigue de factores que afectan seriamente a la producción de alimentos de las próximas décadas.
Los expertos de la Universidad de Colorado y el Instituto Tecnológico de Massachusetts explican que los efectos de la contaminación por ozono son más complejos, algunos cultivos se ven mucho más afectados que otros ante esta contaminación, lo que sugiere que las medidas que se adopten para controlar la contaminación podría jugar un papel muy importante en los resultados del rendimiento alimentario. Parece ser que la contaminación por ozono es difícil de identificar, ya que sus efectos son similares a los que producen algunas enfermedades de las plantas, como por ejemplo la decoloración o las manchas de las hojas, posiblemente en algunas zonas en las que se considere que ha aumentado el riesgo de enfermedades de las plantas, en realidad lo que sucede es que están sufriendo un mayor nivel de contaminación por ozono.
El aumento de las temperaturas y el ozono, pueden dañar a las plantas y afectar al rendimiento de forma independiente, pero estos factores pueden interactuar, los expertos nos explican que unas temperaturas más cálidas provocan el aumento significativo de la producción de ozono a partir de diferentes reacciones, a la luz del sol, a los compuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno… los investigadores explican que el 46% de los daños causados al rendimiento del cultivo de soja, que previamente se habían atribuido al aumento de las temperaturas, en realidad son daños que ha causado el aumento de la concentración de ozono. Es imperioso controlar la contaminación ambiental y tener en cuenta que afecta seriamente a la producción de alimentos, una política de control de contaminantes ambientales podría ayudar de forma significativa a frenar la reducción del rendimiento de los cultivos.
Es importante tener en cuenta cada uno de los factores que afectan al rendimiento alimentario, y llevar a cabo políticas de gestión adecuadas como parte del plan para poder abastecer de alimentos a la población en el año 2050. En este artículo de la página del MIT nos hablan del estudio de forma resumida, pero podéis acceder a la investigación al completo en la publicación de Nature Climate Change.
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