Expertos de la Universidad de Brock (Canadá) y concretamente del Cool Climate Oenology and Viticulture Institute (CCOVI), un instituto de investigación del mundo del vino centrado en la investigación y desarrollo de la industria canadiense de la uva y el vino, van a crear el primer laboratorio de vinos de realidad aumentada, virtual y sensorial del mundo con el propósito de recrear entornos donde las personas compran y consumen vino, para poder analizar y estudiar cómo influyen en la decisión y elección de compra aspectos como los sonidos, los olores o la vista.
Con los resultados que se obtengan, se espera poder ayudar a la industria de la uva y el vino del país para que tenga más capacidad estratégica y éxito en un mercado global tan competitivo como es el del vino. En este Laboratorio de Consumo de Realidad Física, Aumentada y Virtual se recreará el ambiente de una bodega, un comedor, una licorería, etc. Al ambiente se le introducirá información sensorial, como música o determinados olores.
Con las pruebas que realicen, los expertos aseguran que se podrá obtener información de cómo los consumidores compran y beben sus vinos, consiguiendo una mayor comprensión de su comportamiento que ayudará a la industria a comercializar mejor sus vinos a clientes potenciales. El concepto de unir el comportamiento del consumidor con las herramientas técnicas de la realidad aumentada y la realidad virtual no sólo pondrá a los investigadores canadienses a la vanguardia de esta línea de investigación, además se trata de una primicia mundial.
Se trata de un proyecto académico y económico para aumentar la cuota de mercado del vino canadiense, primero en el propio país y después en otros países. Los responsables del instituto comentan que actualmente la mayoría de los vinos que se comercializan en Canadá proceden de otros países y esto lo quieren cambiar, intentando que se consuma más vino nacional. Cierto es que se pueden recrear las mejores condiciones para favorecer la venta de determinados vinos, pero al final y una vez en el hogar, al consumidor le seducirá el sabor, el aroma y la experiencia completa a la hora de tomar un vino. Si un vino canadiense no está a la altura de un vino francés, esos factores externos de los que hablan los expertos quizá no sirvan para que el consumidor repita la compra.
En la creación de este laboratorio se ha implicado el Gobierno de Ontario, que ha anunciado que financiará el proyecto con 960.000 dólares, a esto hay que sumar una subvención federal reciente y el apoyo de toda la industria enológica, parte muy interesada en el desarrollo y éxito del proyecto. Parece que se realiza una fuerte apuesta por este proyecto, además del laboratorio, se ha incluido la ampliación de la capacidad de la bodega de investigación del instituto para que cuente con una instalación de fermentación de última generación, así como la compra de varios instrumentos analíticos avanzados y necesarios para el análisis de sabor y aroma de la uva y el vino (máquinas de espectrometría de masas, de cromatografía de gases y líquidos, etc.).
Los responsables del CCOVI manifiestan sentirse encantados con el hecho de abordar las prioridades de investigación de la industria enológica, considerando que los resultados que obtengan tendrán un impacto directo en esta industria. Sobre este laboratorio podríamos tener nuestras dudas, pero el trabajo que en él se desarrolle debe sumarse a la nueva dotación tecnológica que permitirá a los investigadores examinar el impacto de los tratamientos de viticultura que influyen en el color, sabor y aroma del vino, algo que permitirá mejorar la calidad y, por tanto, se supone que incrementarán las ventas.
Podéis conocer más detalles de la creación del primer laboratorio de vinos de realidad aumentada, realidad virtual y realidad sensorial del mundo a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad de Brock.