Leyendo la Guía Técnica y de Buenas Prácticas para el Cultivo del Maíz Bt, publicación que ha lanzado la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), podemos conocer las recomendaciones que brinda sobre el maíz transgénico, alimento que ha sido modificado genéticamente para que actúe como un insecticida frente a los insectos. El problema de la resistencia que pueden adquirir los insectos está a la orden del día, se siguen las mismas pautas que en Estados Unidos, al respecto os recomendamos leer el post sobre los refugios para frenar la resistencia de los insectos.
En esta guía se proporciona un plan de prevención como la mejor herramienta para que el maíz Bt siga siendo efectivo «durante el mayor tiempo posible», se aconseja sembrar cerca del maíz transgénico una zona de maíz tradicional a la que se le llama refugio, un maíz que servirá de comedero para que el taladro o barrenador superviviente de la primera cosecha, insecto responsable de las mayores plagas que atacan el maíz, se aparee con las polillas presentes en el refugio, así su descendencia seguirá siendo sensible a la acción del maíz transgénico, no desarrollaran resistencia y se podrán controlar en las próximas siembras.
No sabemos si ANOVE está al corriente de algunos descubrimientos y estudios sobre esta cuestión, el año pasado podíamos saber que los insectos habían desarrollado un mecanismo de defensa inusual ante la acción de la toxina Bt. La descendencia de los insectos heredaba la resistencia como rasgo dominante y no recesivo, algo que sorprendía y que mostraba la evolución ante las adversidades de la polilla Busseola, una de las principales plagas que afectan al maíz que se cultiva en Sudáfrica. Esto puede llevar a deducir que podría ocurrir lo mismo con el taladro y de poco servirían los refugios. De momento, el caso de la polilla Busseola se está estudiando para poder identificar ese mecanismo de resistencia no convencional que ha facilitado la expansión geográfica del insecto.
Por tanto no se puede asegurar que la descendencia del barrenador sea sensible a la acción del maíz Bt, existe el riesgo de que desarrolle un mecanismo similar al de la polilla Busseola. Monsanto y otras compañías biotecnológicas saben que los supuesto beneficios del maíz transgénico desaparecen, recordemos que incluso compañías como Syngenta, dedicada a la producción de insecticidas, declaraban que habían experimentado un notable incremento de las ventas de productos destinados a tratar el maíz, la razón es que los agricultores están concienciados de la resistencia generada por los gusanos que atacan sus cultivos, por ello y a pesar de los refugios, han retomado los sistemas que utilizaban antaño para proteger el maíz.
Inicialmente se suponía que el maíz Bt podía hacer frente a la acción de los insectos gracias a la producción de la proteína tóxica del Bacillus thuringiensis, y así fue unos años. Con ello se lograba reducir el uso de pesticidas y se producían menores pérdidas de cosechas, no se necesitaba fumigar hasta que los insectos empezaron a desarrollar las nuevas cualidades. Si los agricultores españoles ven lo que está pasando en otros países, no deberían esperar a que les ocurriera lo mismo a ellos, un cambio de política y prácticas sería lo más recomendable, como refuerzo, recomendamos leer el post sobre el incremento de insectos que están desarrollando la resistencia a los transgénicos.
Volviendo a la guía facilitada por ANOVE, leemos en un apartado a pie de página: «El seguimiento que acompaña el cultivo de maíz Bt no ha revelado cambios que alerten sobre la aparición de resistencias», quizá no se ha desarrollado o quizá sí y se está encubriendo, nos sorprende que en otros países se genere esta capacidad en los insectos y en España no, hay que tener en cuenta que ya son varios años cultivando maíz Mon 810. En todo caso, se puede deducir que a pesar de que la prevención pueda ser ineficaz, como de momento no pasa nada se sigue con la misma estrategia. En este punto sería cuestión de citar un refrán muy apropiado: «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar».
Hay varios puntos en la guía que nos llaman la atención, como por ejemplo el apartado ‘coexistencia’, en la publicación se define como la capacidad de los agricultores para poder escoger entre la producción de cultivos convencionales, ecológicos o modificados genéticamente. Quizá sería más adecuado decir que es la capacidad de elección y no la coexistencia, aunque posteriormente se habla de adoptar medidas para no perjudicar a los campos de cultivo colindantes. Sólo hemos destacado un par de puntos, pero se pueden destacar otros en los que la información que se facilita resulta curiosa y sorprende.
En poco tiempo va a ser necesario adoptar un verdadero plan de prevención de la resistencia de los insectos a los transgénicos en España, y más sabiendo al ritmo que se incrementa el cultivo en nuestro país. A través de este enlace (Pdf), podréis acceder a la guía editada por ANOVE.