El Premio a la mentira publicitaria más insolente es un galardón que otorga Foodwatch, una asociación de Alemania sin ánimo de lucro que intenta defender los intereses y derechos de los consumidores alemanes, y denunciar algunas de las prácticas de la industria agroalimentaria. Foodwatch realiza análisis e investigaciones independientes sobre los alimentos para determinar sus componentes, denuncia las prácticas publicitarias engañosas, etc.
En este caso, el Premio a la mentira publicitaria más insolente (Goldener Windbeutel 2009) no es algo que las empresas puedan aplaudir, ya que se trata de una denuncia sobre sus prácticas. Pues bien, el premio ha sido otorgado a la multinacional de productos alimenticios Danone por uno de sus productos estrella, el producto lácteo probiótico Actimel.
Según denuncia Foodwatch, la campaña de Actimel es un burdo engaño, recordemos que el eslogan es “Actimel activa tus defensas”, la asociación explica que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque sí refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Por otro lado, Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y además es mucho más azucarado. Finalmente concluye que la campaña saludable que gira entorno a Actimel es un puro cuento.
El Premio a la mentira publicitaria más insolente se ha otorgado mediante votación popular vía internet a través de la página de esta asociación. Actimel fue el producto galardonado por mayoría, de los 35.000 votantes, el 47% votó a este producto.
Por supuesto, el Grupo Danone no ha aceptado el galardón y ha iniciado campañas informativas para contrarrestar lo declarado por Foodwatch, argumentando que esta asociación lo único que pretende es confundir a los consumidores. El Grupo Danone manifiesta que toda la información que facilita está respaldada científicamente, conducta y filosofía habitual de la empresa.
El caso es que Actimel no es el único producto de la empresa en el que recae la denuncia de publicidad engañosa, las natillas, el yogur Activia de Danone (o el actual Compensa) y otros productos, forman un conjunto que pone en tela de juicio la honorabilidad y la filosofía a la que apela el grupo Danone.