Es habitual que en las cadenas minoristas se comercialicen melones y sandías partidas, una opción para los consumidores que viven solos y no necesitan una pieza entera, para los que consumen poca cantidad de estas frutas, o para quienes quieren asegurarse que la fruta está en el punto óptimo de consumo. Sin embargo, hay que tener precaución a la hora de comprar melones o sandias partidas, sobre todo si queremos consumir producto nacional y no importado de terceros países.
En este sentido, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) lanza una advertencia, según ha podido constatar esta organización, melones y sandías procedentes de países como Senegal o Brasil tienen su correspondiente origen en el etiquetado cuando se comercializan enteros, pero cuando se ofrecen partidos, sea en mitades o cuartos, desaparece el origen y se convierten en productos nacionales.
Se trata de un grave incumplimiento en la legislación sobre el etiquetado al no identificar el origen, la trazabilidad desaparece y, por supuesto, se defrauda a los consumidores que creen comprar producto nacional, ya que no se les brinda la opción de elegir. Pero, además, estas prácticas afectan a la producción nacional que ya de por sí debe soportar los bajos precios de melones y sandías importados de terceros países. Y es que al inicio de la temporada, cadenas minoristas y de distribución realizan grandes importaciones que presionan los precios a la baja de melones y sandías de producción nacional.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, con el fin de salvaguardar el tejido agroeconómico nacional, es necesario ser proteccionistas y abogar por lo que se produce en nuestro país, porque de no hacerlo, seguirá la sangría de cese de actividad, se producirá menos a nivel nacional y dependeremos de los alimentos que se producen en terceros países, cuyas legislaciones son más laxas y brindan menos garantías de calidad, además, por la importación aumenta la huella del carbono.
Un inciso, es interesante retomar la lectura de este post sobre la compra de sandías y melones cortados, en él hablábamos sobre la seguridad de comprar estas frutas en mitades o cuartos que se presentan envueltas en film transparente. Recordemos que la fruta cortada debe situarse en una zona refrigerada, algo que no se suele ver en melones y sandías por falta de espacio en las cadenas minoristas y de distribución, situación que favorece la proliferación de microorganismos.
A los supermercados y demás, les preocupa exclusivamente el beneficio económico, por lo que se centran especialmente en importar los alimentos de terceros países, esto irremediablemente afecta a la salida al mercado de los alimentos que se producen en España. Pero volviendo a las frutas, minoristas y cadenas de distribución tienen la obligación de mostrar el origen real de melones y sandías comercializados en medios o cuartos de pieza, de ahí que COAG denuncie la situación tanto a estos centros como a las autoridades competentes de las comunidades autónomas y ayuntamientos, a los que pide que se lleven a cabo inspecciones exhaustivas, inmediatas y específicas. Por supuesto y dado que se vulnera la legislación, se solicita que se impongan las sanciones oportunas.
El problema de la fruta importada y el hundimiento de los precios del producto nacional es algo que se sufre desde hace bastante tiempo, y se sigue sin poner un remedio efectivo, recordemos que en el año 2017 hablábamos de esta situación en relación a melones y sandías y nos hacíamos una pregunta, ¿la gran distribución pretende destruir el tejido agroindustrial español?
Podéis conocer todos los detalles de la denuncia a través de este artículo publicado en la página oficial de COAG.