La Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental (OEHHA) de California ha emitido un comunicado en el que considera que no existe un riesgo significativo de cáncer por el consumo el café, concretamente por su contenido en acrilamida, compuesto que diversas pruebas con animales han concluido que es cancerígeno. Recordemos que la acrilamida se forma a partir de la cocción de productos que contienen asparagina y azúcares reductores a una temperatura superior a 120º C.
Para las empresas que se dedican al café la noticia ha sido un gran alivio, recordemos que en el mes de marzo esta sentencia de la Corte Suprema de California determinaba que las empresas del sector del café debían incluir una etiqueta de advertencia sobre el riesgo de cáncer por su consumo. Posteriormente, en el mes de mayo, un juez de la Corte Suprema de California anunciaba que ratificaba la resolución de incluir la advertencia del riesgo de cáncer en el café, argumentando que las empresas de este sector no habían demostrado que los beneficios de esta bebida superasen a los riesgos asociados a la presencia de acrilamida.
El café podría haber incluido la etiqueta de advertencia en base a la reglamentación de la Proposición 65, donde se incluyen los productos químicos clasificados por la Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California, como productos peligrosos que pueden causar defectos de nacimiento o cáncer, obligando a que todos los artículos y alimentos que contengan estos productos químicos sean etiquetados con un mensaje de advertencia. Sin embargo, el pasado viernes se presentaron las regulaciones propuestas por la OEHHA que eximirían a las compañías de café de tener que colocar etiquetas de advertencia sobre el riesgo de cáncer por el consumo de la bebida.
LA OEHHA ha evaluado el café y concluye que no sólo su consumo no es clasificable en cuanto a carcinogenicidad, apunta que otras investigaciones determinan que el consumo de café se asocia con un menor riesgo de sufrir determinados cánceres en los seres humanos. La oficina explica que el café es una mezcla química compleja y única, resultante de las semillas tostadas de la planta de café, contiene muchos compuestos diferentes, tanto carcinógenos como la acrilamida, como anti carcinógenos. Además, según la clasificación del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), el café se enmarca en el GRUPO 2B, grupo que engloba a los productos que son posiblemente cancerígenos para los seres humanos, pero sin que existan pruebas concluyentes. Por delante de esta clasificación encontramos la Categoría 1: “Carcinógeno para el ser humano”, y la Categoría 2A: “Probablemente carcinógeno para el ser humano”, ambas se asocian a pruebas suficientes de cáncer en los seres humanos.
La FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) sigue investigando los efectos de la acrilamida en el organismo, y aunque reconoce que se ha demostrado que esta sustancia puede causar cáncer en los animales, ofrece consejos sobre cómo reducir y limitar la ingesta del compuesto, declara que en el caso del café, varios estudios realizados no han sido concluyentes, por lo que no es posible pronunciarse sobre su inocuidad o peligrosidad, esta es una respuesta vaga y nada esclarecedora, como las que suele dar la FDA en temas que afectan a la industria.
La demanda interpuesta en el año 2010 por el CERT (Council for Education and Research on Toxics) contra varias compañías cafeteras, buscaba que los consumidores estuvieran informados sobre el riesgo de cáncer asociado al café por la presencia de acrilamida a través de las etiquetas de advertencia. Sin embargo, y según leemos aquí, algunos creen que lo que en realidad motivó la demanda eran los beneficios económicos que podrían obtener los abogados del demandante que anteriormente ya han presentado pleitos similares, como la demanda interpuesta por la presencia de acrilamida en las patatas chips, entonces se solicitaba lo mismo que a la industria del café, que se introdujera el etiquetado de advertencia o redujera el contenido de esta sustancia química en sus productos.
De momento, como ya hemos comentado, no se introducirán las etiquetas de advertencia, ahora la nueva regulación propuesta está en fase de revisión en el marco de un periodo de consultas para que cualquier persona pueda formular comentarios sobre el tema. Este periodo de comentarios estará vigente hasta el próximo 30 de agosto, posteriormente se determinará si se introduce o no la nueva regulación y cuándo se hará efectiva, lo que dejará sin validez la sentencia de la Corte Suprema de California que obligaba a incluir el etiquetado de advertencia por cáncer.
Todo esto ha ocurrido sin que los abogados que defienden a la industria del sector hayan contestado a esa resolución, y a juzgar por lo que está ocurriendo, es muy probable que ni siquiera contesten debido a que la entrada en vigor de la nueva regulación de la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental. Ante estos acontecimientos, es fácil deducir que posiblemente no se incluirá un etiquetado de advertencia en el café sobre el riesgo de cáncer de forma definitiva. A través de este enlace a la página de la OEHHA, podréis conocer los detalles de la propuesta para la nueva regulación.
Foto 1 | Luca Mascaro
Foto 2 | Jesús G. Flores