En el Reino Unido el tema de los fraudes alimentarios ya son una tónica habitual, ahora la red de abastecimiento de alimentos del país se enfrenta a un posible escándalo alimentario que puede ser más grave que el de la carne de carne de caballo. Así lo concluye un experto que dirigió la investigación del Gobierno del país sobre el fraude de la carne de caballo. Según el experto, se puede estar utilizando almendras y cacahuetes (cáscaras) no declarados en las etiquetas alimentarias con el objetivo de sustituir en parte al comino, que ha experimentado un significativo incremento del precio debido a las malas cosechas de una de las regiones productoras más importantes situada en la India.
El comino es un ingrediente muy popular en el país y se utiliza ampliamente para mejorar el sabor de sopas, guisos y comidas procesadas. Con el escándalo de la carne de caballo no se produjo ningún problema de salud, nadie enfermó o murió por comer platos preparados que contenían carne de caballo no declarada en sustitución de otras carnes, pero con el fraude del comino el riesgo es potencial, ya que puede afectar a las personas alérgicas a cacahuetes o almendras provocándoles problemas de salud como hinchazón facial, dolor abdominal e incluso la muerte si sufren un shock anafiláctico.
El nuevo fraude alimentario está siendo investigado por la FSA (Food Standards Agency), Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, a raíz de dos casos que han salido a la luz durante las dos últimas semanas. Se detectó la presencia de almendra y no estaba declarada en la etiqueta de productos que debían contener comino, uno de esos productos eran unas fajitas preparadas que comercializaba la cadena de supermercados Morrisons. Este kit de fajitas potencialmente peligroso para las personas alérgicas a los frutos secos ha sido retirado de las estanterías, pero el experto cree que es sólo la punta del iceberg.
Según el investigador, aún es pronto para saber si la inclusión de las cáscaras de los frutos secos se ha producido de forma accidental o deliberada, pero es posible que exista un vínculo con un caso similar sucedido en Estados Unidos, en ese país se están retirando varios productos alimentarios de las estanterías de los supermercados relacionados con los frutos secos no declarados. El experto explica que siempre que aparecen alertas alimentarias en Estados Unidos, son también alertas para el resto del mundo. Teniendo en cuenta el gran uso que se realiza del comino y que existe escasez de este ingrediente, el riesgo de que se estén utilizando sustitutos es potencial.
El profesor Chris Elliott, responsable de la investigación del fraude de la carne de caballo, teme que cacahuetes y almendras se estén utilizando de forma fraudulenta sustituyendo en parte al comino, con ello las empresas alimentarias ahorran dinero. Tres cuartas partes de la producción mundial de comino proceden del Estado de Gujarat (India), debido a que las últimas cosechas han sido diezmadas por las altas temperaturas, se espera una reducción del 50% de la producción en la cosecha de marzo. Aquí explican que esta es una de las razones por las que el precio se ha disparado, en diciembre se estaba cotizando el saco de 20 kilos de comino a 18’80 libras (algo más de 25 euros) y se espera que el precio siga aumentando debido a la demanda y la escasez.
La FSA ha reaccionado rápidamente y procedió a ordenar la retirada de las fajitas que contenían proteínas de almendras no declaradas en la mezcla de condimentos, puesto que no advertencia sobre posibles alérgenos que pueden afectar a las personas alérgicas a los frutos secos. Dado que de momento sólo se han encontrado dos productos que contienen almendras o cacahuetes no declarados, quizá es algo precipitado hablar de un posible nuevo fraude alimentario más grave que el de la carne de caballo, pero dado que en Estados Unidos está sucediendo algo similar, se está trabajando para investigar todos aquellos productos susceptibles de la sustitución de un ingrediente por otros.
Es una posibilidad y un potencial riesgo para la salud de los consumidores alérgicos a los frutos secos, por ello la FSA y la unidad de investigación de la agencia se han tomado muy en serio el tema. Aunque por lo visto se utilizan las cáscaras del fruto seco y de la leguminosa, el profesor explica que es relativamente fácil hacer que cáscaras de cacahuetes y de almendras se parezcan al comino, además éstas no provocan alergia, no obstante pueden contener trazas del fruto.
No tardaremos en saber si se trata de un hecho accidental fruto de la contaminación cruzada, de un error o de un nuevo fraude alimentario, habrá que esperar a que concluyan las investigaciones. Pero si se confirma, es posible que en otros países europeos estuviera ocurriendo lo mismo, en este caso quizá se debería investigar si se han incrementado los casos de reacciones alérgicas a los frutos secos y qué alimentos las han provocado.
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