En septiembre de 2015 la administración de California (Estados Unidos) anunció su intención de proceder a la inclusión del glifosato en la lista de productos peligrosos asociados a problemas y enfermedades como el cáncer o los defectos de nacimiento. Esto significaría que todos los productos fitosanitarios en cuya formulación esté presente el componente activo glifosato, deberían ser etiquetados con un mensaje de advertencia. Se pretendía incluir el herbicida en la Proposición 65, ley en la que aparecen los productos químicos clasificados por la Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos como peligrosos.
Por supuesto, Monsanto se opuso e inició un procedimiento legal contra la OEHHA (Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California) el año pasado, para evitar que se incluya el glifosato en la mencionada lista. El caso es que perdió el juicio y procedió a apelar el veredicto, para algunos es probable que la resolución no sea favorable, por lo que es posible que se proceda a la inclusión del glifosato en la lista de productos químicos peligrosos de California.
Dependiendo del nivel de glifosato presente en los productos, se procederá al etiquetado, es decir, si el nivel está por debajo de lo que se considera seguro, nivel que debe determinar la OEHHA, no será necesario incluir la etiqueta en la que se debe advertir claramente que los productos a los que están expuestos los consumidores están relacionados con la toxicidad reproductiva o el cáncer. Recordemos que actualmente, en la Proposición 65 se incluyen unos 800 productos que deben cumplir dicha normativa.
Hay que decir que la Proposición 65 ha sido objeto de controversia, ya que muchos de los productos que aparecen en el listado y en los que se detectan trazas, los niveles están por debajo de los límites de seguridad establecidos, por lo que en teoría no suponen una amenaza para la salud humana. Deben ser las empresas las que demuestren que sus productos son seguros, que no superan los niveles establecidos o que la exposición es cero. Muchos explican que a pesar de que los resultados sean positivos, la agencia determina su inclusión en el listado en base a los resultados de sus investigaciones, así como la puesta en marcha de la correspondiente etiqueta.
La frustración de los fabricantes radica en que a pesar de poder demostrar que estos productos incluidos en la Proposición 65 están presentes en los alimentos en niveles aceptables, el coste asociado a los procedimientos para la defensa de los productos químicos es muy elevado. Algunos abogados de empresas consideran que esta ley es una forma de chantaje legalizado, aunque no aclaran la razón por la que determinan que se trate de un chantaje.
El detonante para considerar que el glifosato debía incluirse en el listado de sustancias peligrosas de California fue que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo considerara como un posible agente cancerígeno para los seres humanos. Posteriormente se demandó a empresas alimentarias por anunciar sus productos como 100% naturales si contenían trazas de glifosato u otros pesticidas que aparecen en el listado, independientemente de los límites legales.
Desde entonces, Monsanto ha proporcionado todo tipo de argumentos, que las agencias reguladoras, así como muchos investigadores, han llevado a cabo investigaciones que muestran que el glifosato no es peligroso para la salud. Ha citado la conclusión de la Agencia Europea de Sustancias Químicas, en la que se determina que el herbicida no debe ser clasificado como carcinógeno, o el informe del JMPR (Joint Meeting on Pesticide Residues), organismo dependiente de la OMS y la FAO, en el que se determina que es poco probable que la sustancia pueda provocar cáncer.
En definitiva, y según leemos aquí, se espera al resultado de la apelación, y en el caso de que el glifosato se introduzca en el listado indicado, los alimentos que comercializan algunas compañías deberían incluir también el mensaje de advertencia. Como esto es algo que no gusta, procederían a la reformulación del producto buscando materias primas libres del producto químico, lo que derivaría en una caída de las ventas de diferentes productos transgénicos, soja, maíz, trigo, etc. Recordemos que se han encontrado trazas del herbicida en todo tipo de productos alimentarios, de ello hablábamos en este post.
Foto | Global Justice Now