Finalmente nos decidimos a probar el pomelo chino (Citrus Máxima, Citrus Grandis) también denominado Pampelmusa, Cimboa, Shaddock, Youzi, Buntan…, un nombre distinto dependiendo del país o región donde se cultive. Se trata de un gran cítrico originario del sudeste asiático que se cree, fue introducido en China en el siglo I, siendo actualmente uno de los frutos que más se cultivan en el sur de China. También se cultiva en España (Comunidad Valenciana y Murcia), en California, Sudáfrica, Israel o Vietnam entre otros países.
El pomelo chino puede alcanzar hasta los dos kilos de peso, este en concreto pesa 1.200 gramos y su tamaño puede ser de hasta 30 centímetros de diámetro. El de la fotografía tiene 15 centímetros de diámetro y ocupa todo el plato, con lo que podemos imaginarnos como sería un pomelo chino de un diámetro de 30 centímetros.
Se conoce como el cítrico más grande, aunque no contiene la misma proporción de zumo. Su piel es como la de los pomelos que nosotros conocemos exteriormente, pero en su interior podemos ver un grueso albedo, seco y esponjoso. El color también puede variar del amarillo al rosado o rojizo, igual que su pulpa, pero su sabor es algo más dulce (a la vez que insípido, con baja acidez y leve aroma).
Otra gran diferencia se encuentra en sus semillas, la pampelmusa tiene en su interior unas diminutas semillas y en pequeña cantidad, aunque también depende de la variedad a la que pertenezca, pues hay ejemplares de este cítrico que contienen más semillas, pero igualmente diminutas.
El pomelo chino puede consumirse de distintas maneras, igual que comentamos con el yuzu, las aplicaciones con los frutos del género citrus son muy amplias, sean del Mediterráneo o de Asia. Este concretamente, al tener un sabor suave, ligero en dulzor y acidez, puede acompañar a otros ingredientes de sabores más potentes proporcionando un punto refrescante al paladar. Podemos tomarlo como fruta fresca, añadirlo a ensaladas, hacer mermeladas, zumos y está muy bien darle un golpe de horno o de plancha para acompañar pescados o carnes.
También lo podemos incluir en elaboraciones de arroz o pasta, muy agradable si lo combinamos con otros ingredientes exóticos, aderezos picantes… Respecto a sus valores nutritivos, son similares al resto de cítricos, el pomelo chino ofrece un alto contenido en vitamina C y un reducido aporte calórico.