Polvorones de avellana

Si los polvorones de almendra, los de chocolate, los de anís o los de canela están ricos, imaginad cómo están los Polvorones de avellana caseros, exquisitos, quizá es porque las avellanas son uno de nuestros frutos secos favoritos, y a los polvorones le dan un toque de sabor muy especial.

Prepara esta receta de polvorones de avellanas un par de días antes, así les permitirás que se asienten, y para que engañarnos, volver a hacer otra hornada porque posiblemente vayamos picando alguno después de comer, en la merienda… Sobra decir que recién hechos, una vez fríos, están igualmente deliciosos.

Ingredientes

  • 300 gramos de harina de panadería (de media fuerza)
  • 170 gramos de avellanas peladas y tostadas
  • 1 c/p de semillas de sésamo (opcional)
  • 250 gramos de azúcar glas
  • 200 gramos de manteca de cerdo
  • 1 huevo
  • ½ c/c de canela en polvo aproximadamente
  • una pizca de sal.

Elaboración

Unas horas antes de hacer los polvorones, seca la harina en el horno, extiéndela en una bandeja y hornea durante 40-60 minutos a 140º C, estará lista cuando haya perdido el olor a harina cruda y haya tomado algo de color. Posteriormente déjala enfriar por completo.

Tritura 150 gramos de avellanas hasta obtener una harina o polvo de ellas, el resto de avellanas pícalas para que después se encuentren trocitos en los polvorones. Pon en el recipiente de la amasadora, o en un cuenco si la vas a hacer a mano, la harina, el azúcar glas, las avellanas molidas, la manteca de cerdo, el huevo, la canela y la pizca de sal. Si haces la masa a mano añade también los trocitos de avellana y el sésamo, pero si la vas a hacer con un robot como la Thermomix, incorpóralas cuando la masa esté casi hecha para que no las pique más.

Una vez que tengas la masa, haz una bola con ella y envuélvela en film transparente, déjala reposar en el frigorífico durante una hora y media aproximadamente, así la harina se hidratará, se ‘contagiarán’ los sabores y la masa cogerá cuerpo.

Pasado este tiempo, precalienta el horno con calor arriba y abajo, a 180º C. Divide la masa en dos para trabajar primero una tanda y guarda el resto en el frigorífico. Extiende la masa en la mesa de trabajo con ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor aproximado de 1’5 centímetros. Con un cortapastas de unos 4 centímetros de diámetro, corta porciones de masa y ve depositándolas en la bandeja del horno cubierta con papel vegetal o una lámina de teflón.

Cuando tengas la primera tanda en la bandeja, introdúcela en el horno a una altura superior a la central. Hornea los polvorones de avellana durante 15-17 minutos. Mientras tanto, prepara el resto de polvorones, y la masa de los recortes vuelve a unirla y amasarla para sacar más, hasta terminar con la masa.

Al retirar los polvorones del horno, espolvorea sobre ellos azúcar glas, con el calor quedará como un glaseado. Una vez fríos, si lo deseas puedes volver a espolvorear más. Los polvorones no son galletas, así que una vez horneados hay que manipularlos con cuidado, no los muevas de la bandeja hasta que estén fríos, y al cogerlos, hazlo con delicadeza.

Envuelve cada polvoron de avellana con un papel bonito y preséntalos en la mesa juntos otros dulces de Navidad, y ¡a disfrutar!

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