COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) planteará en la Cumbre del Clima 2009 en Copenhague (en actos paralelos), posibles políticas agrarias contra el calentamiento del planeta, políticas basadas en un modelo de agricultura social y familiar. Como sabemos, las políticas que se han adoptado desde hace algunos años por ciertos países, están orientadas a la reducción de las emisiones de gases de efectos invernadero producidos por la industria, pero también hay que destacar significativamente las emisiones resultantes de las políticas agrarias y ganaderas industriales, de ello hablábamos en el post Ovejas más saludables para el medio ambiente. Del mismo modo se destaca el esfuerzo por consumir más productos locales o de proximidad a fin de reducir el gasto energético resultante de la refrigeración el transporte, el cambio de uso de las tierras, etc.
Según Javier Sánchez, el representante de COAG, nuestra alimentación está basada en un modelo de agricultura industrial que puede constituir hasta un 50% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo por tanto uno de los pilares sobre los que se sustenta el cambio climático. Cambiar el sistema actual responsable del abandono de las pequeñas y medianas explotaciones sería una acción que lograría reducir significativamente las emisiones contaminantes y el gasto energético. COAG advierte que las actuales políticas agrarias europeas se han centrado en un modelo extensivo de agricultura que ahoga y extingue a las pequeñas y medianas explotaciones locales, cuyo papel en la reducción de emisiones contaminantes podría ser significativo.
Desgraciadamente, y a pesar de que el planteamiento es coherente, existen demasiados intereses, empresas y Gobiernos posiblemente se opondrían a este modelo de producción. Recordemos que no hace mucho tiempo, la FAO organizaba el foro Cómo alimentar al mundo en 2050, preámbulo de la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria que se celebró en el mes de noviembre, en ambas ocasiones se habló de aumentar la productividad alimentaria hasta en un 70% con el fin de poder alimentar a la población. La cumbre fue un fracaso total y aquellos países líderes económicamente, no estuvieron presentes para buscar y plantear soluciones de futuro.
Se acordó un borrador en el que los países presentes en la cumbre trabajarían para invertir la tendencia a la baja de los fondos nacionales e internacionales para la agricultura y promover nuevas inversiones en el sector, mejorar la gobernanza de las cuestiones alimentarias a nivel mundial en asociación con las partes interesadas relevantes del sector público y privado, y a enfrentarse de forma proactiva a los desafíos del cambio climático y a la seguridad alimentaria. No se habló de plazos, ni inversiones y por supuesto los países que podían contribuir significativamente en estos objetivos no estuvieron presentes.
Ahora se realiza la Cumbre del Clima 2009 en Copenhague, hasta el día 18 de diciembre se realiza una proyección de las consecuencias del calentamiento global y barajan distintas soluciones. En la cumbre se destaca el carácter urgente de la adopción de medidas que frenen el cambio climático, algo real sobre lo que no existe duda científica posible. Son muchos los temas a tratar, los efectos y consecuencias vaticinadas muestran efectos negativos muy significativos, reducción del rendimiento de las cosechas, mayor escasez de agua, incremento de las catástrofes naturales, y así una larga lista de sucesos que deberían concienciar a quienes están implicados en el calentamiento global.
Es necesario mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y la cumbre debe lograr un acuerdo multilateral que lo aborde de manera adecuada. La agricultura social y familiar propuesta por COAG es una alternativa que tardaría demasiado tiempo en hacerse realidad, implica profundos cambios nacionales e internacionales en todos los aspectos y ámbitos, y por supuesto, un gran escollo se alzaría ante estos cambios, las grandes multinacionales, los Gobiernos cuya política agraria les reporta grandes beneficios y la necesidad de producir alimentos de forma masiva con la excusa de poder abastecer a los millones de personas que sufren el hambre, un ejemplo serían los cultivos transgénicos.
Se pueden cambiar muchas cosas, pero del ‘poder’ al ‘querer’ existe un trecho muy largo, nosotros estamos de acuerdo con el representante de COAG, promocionar modelos sociales de agricultura familiar en explotaciones diversificadas sería una buena opción, pero recordemos que mientras se realiza este planteamiento, se compran superficies de cultivo en los países subdesarrollados para incrementar la producción agraria industrial, recordemos como ejemplo a China y su nueva política para garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, incentivando a las empresas para que compren tierras en otros países con el propósito de producir alimentos, de ello hablábamos en el post Comprar tierras cultivables en otros países para garantizar la alimentación.
Como podemos comprobar, se está haciendo todo lo contrario a las medidas que se sugieren para reducir el calentamiento de la Tierra, se habla de comer menos carne para reducir la producción ganadera responsable en buen grado de las emisiones de metano, sin embargo, cada año se baten récords de consumo de carne. En la cumbre se hablará y mucho, pero es difícil creer que se fije un compromiso a corto plazo, posiblemente y como ya ha ocurrido en otras ocasiones, se realizarán promesas y se plantearán fechas para lograr los objetivos, una vez se alcancen dichas fechas volverá a hacerse lo mismo. Es como los objetivos de desarrollo del milenio de la ONU, ha pasado más de la mitad del tiempo pactado (2015) para lograr determinadas metas, como erradicar la pobreza en el mundo, algo que evidentemente no se logrará y que posiblemente la situación será peor que cuando se pactaron los objetivos.
COAG estará presente y contribuirá con su granito de arena, nuevas políticas agrarias contra el calentamiento del planeta, soluciones interesantes y respetuosas con el medio ambiente y el consumidor, pero no con el bolsillo de las grandes empresas y las políticas económicas de la mayoría de países del mundo. Esperaremos a que concluya la cumbre y deseamos que los resultados sean positivos.
Foto 2 | Kerri 2009