Por cuestiones estéticas y de limpieza más que otra cosa, las placas de cocina más habituales en los hogares son las vitrocerámicas. Estas placas funcionan bien, son más caras y el consumo es superior que con las cocinas de gas, pero se aprovecha todo el calor que desprenden al ser despedido hacia arriba.
Poco a poco se van introduciendo las placas de inducción, estas son aún más caras que las vitrocerámicas, pero ofrecen muchas otras ventajas. Funcionan por ondas magnéticas, el calor es instantáneo (consumiendo menos), no queman si se tocan y se pueden programar cocciones, entre otras cosas. La primera contra si te instalas una placa de inducción, es que tendrás que cambiar la batería de cocina.
Pero aunque existan estos privilegiados fogones, para obtener los mejores resultados culinarios no dejan de ser la estrella, las cocinas de gas. Los amantes de la cocina tradicional valoramos los resultados que ofrece una elaboración cocinada a fuego vivo.
De Dietrich nos ofrece la placa de cocina ideal, combinando la cocina de inducción y la de gas, con la Placa mixta de inducción y gas DTI421X disfrutaremos de las grandes ventajas de cada uno de los modos de cocinar.
Además de combinar la funcionalidad, combina la estética, seguro que una placa de cocina así es el sueño de muchos, aunque los precios son un poco elevados todavía, ronda los 1.000 euros, y personalmente le daríamos otra forma de media luna, aunque para eso quizá es necesario cambiar de cocina al completo… De todas formas, estamos prendados de la cocina Izona CookSurface que funciona a gas y esconde los quemadores cuando no se usan.
Pero si estáis interesados en un cambio de vuestra placa de cocina, no dejéis de valorar posibilidades, las características de una cocina combinada de inducción y gas, nos ofrece hoy en día la posibilidad de cocinar nuestras mejores recetas de cocina y contar con las nuevas tecnologías, todo en uno.