La pizza bianca se caracteriza por que su base no va cubierta con tomate, nos gusta, muchas veces elaboramos la receta con distintas combinaciones de ingredientes para cubrirla, como esta Pizza bianca con prosciutto. A veces se cubre la masa de pizza con nata, ricotta u otros ingredientes lácteos, a nosotros nos gusta ponerle cebolla tierna que le aporta jugosidad y dulzor.
La Pizza bianca con prosciutto crudo, rúcula y parmesano es una de las habituales, y esperamos que cuando la probéis también se convierta en una de vuestras favoritas, es una pizza ligera y nutritiva, con pocas grasas porque se añade una cantidad moderada de queso, aunque esto puede variar, cada cual puede poner la cantidad, tanto de quesos, como de jamón o rúcula, que prefiera. Esta pizza la preparamos partiendo de la masa de pizza con masa madre natural, clicando sobre el nombre podéis acceder a la receta. También podéis probar otras buenas masas como la Masa de pizza crujiente, la Masa de pizza con sémola o la Masa de pizza con cerveza.
Ingredientes
- 1 masa de pizza grande
- ½ cebolla tierna
- 4-5 lonchas de jamón serrano no muy curado
- 1 puñado de hojas de rúcula (las nuestras recién recolectadas de nuestro ‘huerto urbano’, crecen de maravilla)
- 1 puñado de queso emmental rallado
- 1 puñado de queso mozzarella rallada
- unas hojas de romero fresco
- unas lascas de queso parmesano
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra (opcional)
- aceite picante para pizza.
Elaboración
Extiende la masa de pizza en la bandeja para el horno, pela y corta pluma la cebolla tierna, repártela sobre la base junto a las hojas de romero y adereza con un hilo de aceite de oliva virgen extra. Reparte el queso emmental y la mozzarella rallada, como decíamos, la cantidad al gusto.
En el horno precalentado en el programa que utilices habitualmente, introduce la pizza para hornear. Nosotros hemos cambiado el programa con el nuevo horno, nos recomiendan utilizar el Calor de solera intenso, que genera un fuerte calor inferior que se reparte uniformemente por la función del turbo, la temperatura que pusimos para este programa fue de 190º C.
En la galería de imágenes podéis ver el bonito color dorado de la base de la pizza, proporcionando además de sabor, una textura crujiente exquisita. Anteriormente horneábamos con calor arriba y abajo a unos 200-220º C, las pizzas tardaban más tiempo en hacerse.
Sobre el tiempo de horneado para esta previa preparación de la pizza bianca tienes dos opciones, puedes hacerla hasta que esté en su punto para después incorporar el resto de ingredientes, o darle primero unos 12-15 minutos, incorporar el jamón, la rúcula y el parmesano y darle otros 5 minutos de horno. De las dos formas está exquisita así que te animamos a probar.
Si das un segundo horneado debe ser corto, pues el jamón se secaría mucho, se pondría muy salado y la rúcula se seca y encoje, en apariencia no es tan atractiva como si repartes la rúcula fresca, pero rica está. Otra opción es añadir un poco más de rúcula fresca antes de servir.
Para quien guste, sirve la Pizza bianca con prosciutto acompañada de la botella de aceite picante para pizza, y prepara a tus comensales para disfrutar. ¡Buen provecho!
3 comentarios
Variaciones que siempre van bien…
Gracias Fede, pruébala que te va a encantar!!
Perdoname para el mio espanol: soy italiana…Tu tienes un fantastico sitio!