Sobre estas líneas podéis ver la Pirámide de la Alimentación Saludable y Sostenible que ha realizado la Comisión de Trabajo de Restauración Colectiva del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, que tiene entre sus objetivos que sea una herramienta de utilidad para todos los colegiados y para la población en general, pues como sabemos, la Pirámide Nutricional que realiza la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), sigue teniendo fallos graves y así lo han hecho saber numerosos profesionales de la alimentación y la salud, principalmente Dietistas-Nutricionistas sin conflictos de intereses.
El Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (CODINAN) dice haber elaborado la primera pirámide de la alimentación en la que se establece una íntima relación entre salud y sostenibilidad, y en la que, además, se aconseja evitar el consumo de alimentos o productos ultraprocesados. Como se puede apreciar en la ilustración, la Pirámide de la Alimentación de CODINAN señala que la base de la alimentación debe estar constituida por alimentos de origen vegetal y que los productos de origen animal deben tomarse con moderación.
Sobre los ultraprocesados que, como ya hemos indicado, recomiendan evitar, hacen referencia a los productos alimenticios que incluyan uno o varios de los siguientes ingredientes: azúcares (con cualquiera de sus nombres), sal, grasas de mala calidad, potenciadores del sabor, harinas refinadas y otros componentes potencialmente nocivos. Estos productos aparecen en la punta de la pirámide, y se incluyen el vino y la cerveza, bebidas que en la pirámide del SENC aparecen como de ‘consumo opcional, moderado y responsable’. Recordad en este vídeo qué es la moderación cuando hablamos de cerveza o de vino.
La Pirámide de la Alimentación Saludable y Sostenible propuesta por CODINAN surge por la evidencia de que el modelo de alimentación actual no es adecuado para la salud de la población, basta con saber que más de la mitad de la población adulta de nuestro país padece sobrepeso u obesidad, problemas que también afectan a alrededor de un 30% de niños y adolescentes, para tener la certeza de que algo funciona mal. Pero no sólo para la salud humana, también para el medioambiente.
La población en general debe hacer un cambio en sus hábitos alimenticios, y aunque la publicación de una pirámide no lo va a motivar, al menos se dota a los profesionales y a los consumidores de una herramienta que en principio alerta sobre la mencionada necesidad de cambio y sobre cómo empezar a ponerlo en práctica, básicamente qué alimentos deben primar en la dieta, cuáles se deben consumir con moderación y que conviene desterrar de la cesta de la compra.
Con la presentación de la Pirámide de la Alimentación Saludable y Sostenible han publicado un artículo para el que se apoyan en la evidencia científica, así como en las recomendaciones de organismos oficiales como la OMS (Organización Mundial de la Salud). Hablando desde el punto de vista medioambiental, señalan que las dietas que están basadas en alimentos de origen vegetal son más sostenibles que las dietas en las que abundan los productos de origen animal, y hacen alusión a una revisión sistemática realizada por el Comité Científico de las Guías Alimentarias para los Estados Unidos.
Explican también que las Pirámides Alimentarias son una de las herramientas educativas más utilizadas, que con ellas se ofrece recomendaciones con mensajes breves, claros y concretos a la población sobre qué y cuánto comer para alcanzar un estilo de vida saludable, pues ahí está la prueba de que la actual Pirámide de la Alimentación no es adecuada, a lo que hay que sumar que pocas personas siguen las pautas de alimentación mostradas en la mencionada ilustración.
El Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía publica su pirámide alimentaria intentando transmitir un mensaje más simple y claro para contribuir a afianzar la relación entre la alimentación saludable y la alimentación sostenible, una cuestión imprescindible para la educación alimentaria. Hay evidencias que sugieren que los patrones dietéticos que tienen un bajo impacto ambiental pueden ser compatibles con una buena salud, así que la pirámide es su respuesta a la necesidad de la creación de una nueva herramienta, para la que se ha recurrido a la documentación estudiada, estableciendo los niveles que deben ocupar los distintos alimentos y la estructura de la pirámide, así como los productos alimenticios que se deben excluir de la dieta.
No obstante, no dejarán de encontrarse deficiencias, por ejemplo, a primera vista no se aprecia la necesidad de elegir productos de temporada y/o de proximidad, algo necesario para que la población haga una compra sostenible, y ya sabemos lo difícil que está encontrar en muchos supermercados unas legumbres de cultivo nacional, lo mismo que sucede con los frutos secos, así como con prácticamente todos los productos de origen vegetal, hortalizas, frutas, cereales… ¿Qué es más sostenible, el arroz (que está en la base de la pirámide y en consecuencia, se debe consumir frecuentemente) que llega de la India o una bolsa de patatas chips con patatas cultivadas, procesadas y fritas en nuestra Comunidad Autónoma (y que están en la parte alta de la pirámide, como un producto alimenticio a evitar?
Primer nivel en color verde. Se sitúa en la base de la pirámide y se corresponde con aquellos alimentos que son de origen vegetal y deben ser consumidos con más frecuencia. En este nivel se colocan las frutas, verduras y hortalizas, cereales integrales (arroz, pasta, pan, etc.), legumbres, frutos secos, y aceite de oliva virgen o virgen extra. En este nivel se incluye también el agua como única bebida realmente necesaria.
Nivel intermedio en color naranja. Se corresponde con los alimentos de origen animal. Aquí se incluyen la leche y derivados lácteos, huevos, pescados, aves y otro tipo de carnes como la de ternera.
Nivel superior en blanco y negro con una señal que indica “evitar el consumo” en color rojo. Este nivel se encuentra separado físicamente del resto de la pirámide para evidenciar el hecho de que son alimentos a evitar debido al impacto negativo que producen tanto en nuestra salud como en el planeta. Aquí quedarían recogidos principalmente los alimentos ultraprocesados que necesitan de importantes cantidades de recursos para su elaboración, distribución y comercialización, y que utilizan ingredientes poco saludables y poco respetuosos con el medio ambiente. En un principio se contempló la idea de eliminar este grupo de la pirámide para evitar asociar su consumo dentro de una alimentación saludable. Finalmente se decide incluir estos alimentos, con la salvedad de que queden separados del cuerpo principal de la pirámide para que visualmente quede clara la necesidad de excluirlos de la alimentación habitual.
Sobre estas líneas tenéis la explicación sobre la composición de los tres niveles que conforman esta pirámide alimentaria, y como comentábamos antes, estamos seguros de que muchos profesionales del sector de la alimentación y la nutrición, aunque puedan considerar que es mejor que la del SENC, sigue teniendo fallos, ausencias de productos alimenticios que pueden desorientar a la población más que otra cosa, porque, ¿dónde queda el azúcar y la sal, por ejemplo?
Si queréis conocer más detalles sobre esta iniciativa de CODINAN, os recomendamos descargar su artículo de presentación a través de este enlace (Pdf). Nos encantará que nos deis vuestra opinión como padres, como cocineros, como dietistas-nutricionistas o como consumidores en general, sobre si esta pirámide alimentaria os parece una buena herramienta para la educación alimentaria, que fallos le veis, cómo se podría mejorar o lo que consideréis oportuno. Sore todo quedaos con un mensaje, los hábitos alimentarios de la población deben mejorar, y no hay que esperar que las soluciones lleguen solas, es necesario buscar entre los mejore o a los mejores para que nos orienten. Una pena, porque ya lo hemos dicho muchas veces, es más importante saber qué comer para estar sano y para preservar el planeta, que hacer raíces cuadradas.