Si la piña es una de vuestras frutas favoritas para hacer postres originales y con sabor a celebración, hoy os traemos una nueva idea para que triunféis con vuestros comensales, esta piña caramelizada en mantequilla con requesón y almendras es una receta de un postre sencillo pero sublime, probadlo sin mucha demora porque os va a encantar, y cuanto antes lo hagáis, más veces lo cocinaréis.
Y lo mejor es que es muy fácil y rápido de preparar. Lo importante, como siempre os decimos, es que elijáis buenos ingredientes, así que una buena piña en su punto, un requesón que sea un poco ligero, no tan firme como el que solemos consumir de Catí, una mantequilla de las que al desprender su aroma con el calor, te embriaga, almendras del terreno (nacionales) y un buen azúcar moreno, que no teñido. Y en menos de quince minutos tienes esta piña tostada en mantequilla que con unas hojas de hierbabuena fresca, hará las delicias de todos los comensales.
Ingredientes (4 comensales)
- 1 piña natural
- 50 gramos de mantequilla
- 40 gramos de azúcar moreno o panela
- 50 gramos de almendra laminada
- 400 gramos de requesón
- c/n de endulzante
- unas gotas de extracto de vainilla
- hierbabuena fresca.
Elaboración
Pela la piña, primero corta los dos extremos y colócala en posición vertical, con un cuchillo bien afilado ve cortando la piel de arriba hacia abajo y repitiendo la operación en todo su contorno, sin dejar ojos en la pulpa.
A continuación corta la piña por la mitad longitudinalmente y cada mitad en tres o cuatro porciones, retira la parte dura del corazón de la piña. Si tienes más porciones de piña que comensales, guarda las que sobre en un táper en el frigorífico.
Pon a calentar una sartén o plancha grande con la mantequilla, incorpora la piña y el azúcar moreno, ve dando la vuelta a la piña, cocínala a fuego medio y añade las almendras para que también caramelicen.
Mientras tanto, pon el requesón en un bol y endulza al gusto, añade unas gotas de extracto de vainilla y bate bien para que quede cremoso. Lava y seca las hojas de hierbabuena fresca.
Acabado y presentación
En un plato llano, y si puede ser alargado, sirve un cordón grueso de requesón dulce con vainilla. Coloca encima la piña recién caramelizada con su almendra crujiente. Reparte la hierbabuena fresca, si son hojas grandes, pícalas para que se reparta su aroma y sabor en cada bocado. El resto es comer y disfrutar. ¡Buena cocina y buen provecho!