Estos pimientos rellenos son una exquisitez, tan ricos como sencillos de preparar, ideales para los días más calurosos, no hay que encender fogones y se degustan bien frescos. Es fácil que los pimientos del piquillo rellenos de salmón y requesón gusten tanto, que se conviertan en un entrante o en un aperitivo habitual en cualquier estación del año.
En esta ocasión no podemos decir que se omita ningún ingrediente, salvo la sal del final, es más, os sugerimos que los pimientos sean de Lodosa, que el requesón sea artesano, que no falte la piel de limón rallada que aporta un toque fresco excelente y el tahini, animaos a hacerlo en casa, con esta receta sale una pasta de sésamo tan rica, que la tomaríais a cucharadas.
Ingredientes (10 uds.)
- 10 pimientos del piquillo de Lodosa
- 100 gramos de salmón ahumado
- 200 gramos de requesón
- 15 gramos de tahina casera
- 1/2 limón (su piel)
- 1/2 cebolla morada
- cilantro fresco
- aceite de oliva virgen extra
- sal Maldon (opcional).
Elaboración
Prepara el relleno o farsa de los pimientos de piquillo, puedes hacerlo al momento o con antelación, reservándolo en el frigorífico para que esté bien fresco a la hora de servir.
Pon en un bol el requesón, añade el tahini y la piel rallada del medio limón. Pica el salmón ahumado bien fino e incorpóralo al resto de ingredientes. Mezcla bien y listo. Reserva en el frigorífico, bien tapado con film transparente hasta el momento de rellenar los pimientos.
Escurre los pimientos del piquillo, corta un poco la obertura de los pimientos si no está recta, estos pequeños recortes los puedes introducir en los pimientos, es muy poco lo que hay que recortar, pero hará que la presentación sea más fina.
Rellena los pimientos de Lodosa con la farsa de salmón y requesón, y ve depositándolos en un plato o bandeja.
Pela y pica la cebolla morada, lava bien el cilantro, sécalo y pícalo en trozos no muy pequeños.
Emplatado
Presenta los pimientos del piquillo rellenos de salmón en los platos de servicio, reparte la cebolla morada y el cilantro, termina con un hilo de aceite de oliva virgen extra y si quieres, una pizca de flor de sal. ¡Buen provecho!