Uno de los productos que nos apasionan por su sabor (sobre todo cuando pican) son los Pimientos de Padrón, un producto característico de la gastronomía gallega. El Pimiento de Padrón es una variedad del conocido chile que se introdujo en nuestro país a través de los misioneros del convento franciscano de Herbón en el siglo XVI.
Herbón ha mantenido desde entonces una gran tradición en su cultivo, pero la parroquia pertenece a la comunidad de Padrón, de ahí su nombre. Como podéis ver en el vídeo, grandes invernaderos están dedicados exclusivamente a este cultivo. Existe un dicho asociado a los pimientos de Padrón, “os pementos de Padrón, uns pican e outros non”, o lo que es igual, «los pimientos de Padrón, unos pican y otros no», seguro que todos lo habéis escuchado alguna vez.
Los únicos y auténticos pimientos con Denominación de Origen son los que se producen en esta localidad de Galicia, ofrecen un sabor único que se desmarca del resto de imitaciones que circulan por el mercado, quienes los prueban los reconocen fácilmente. Además, las características externas son particulares y se encuentran sujetas a las condiciones climáticas de la zona, la cantidad de agua que reciben y el modo de cultivo que los especialistas aplican.
En el vídeo podemos ver que se realiza una exhaustiva selección de los pimientos retirando los que son más grandes y los que pican, algo que parecen detectar en muchas ocasiones, pero que no garantiza que no piquen, para saberlo es necesario probarlos. Y a nosotros que nos cabrea cuando no pican…
La cooperativa que los produce espera sacar al mercado para esta temporada hasta 175.000 kilos de pimientos de Padrón. Por cierto, una de las fiestas a la que recomendamos acudir es la que se celebra en Herbón el primer sábado del mes de agosto, es todo un tributo al pimiento en el que se pueden degustar diferentes elaboraciones con este manjar.