Greenpeace ha lanzado una petición online solicitando a los supermercados que procedan a eliminar los envases plásticos de un solo uso en los alimentos que comercializan, proporcionando alternativas que sean sostenibles en el marco de la alimentación y que, además, fomenten la venta a granel. Sobre las alternativas, recordemos que en los últimos meses hemos conocido algunas iniciativas interesantes como, por ejemplo, los envases ofrecidos por Evoware, una startup asiática que ofrece una línea de nuevos envases bioplásticos que se han fabricado con algas, son ecológicos, biodegradables y, además, se pueden consumir.
Durante años la industria alimentaria ha favorecido la comodidad en el consumo limitando la posibilidad del reciclado mediante el uso de envases plástico de un solo uso, evidentemente, los consumidores también tienen buena parte de culpa, ya que han sido quienes se han adaptado y han demandado esa comodidad, lo que ha afectado al reciclado y a la gestión de residuos. El resultado es que hasta 12 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, afectando a la vida marina e introduciéndose en la cadena alimentaria, recordemos, por ejemplo, la presencia de microplásticos en la sal o en el organismo de los peces.
Greenpeace advierte que más del 90% del plástico de los productos de consumo que adquirimos no se recicla, considerando que los supermercados tienen un papel clave en el uso excesivo de este tipo de envases, por ello, cree prioritario que se eliminen estos envases de un solo uso en frutas y verduras, favoreciendo en particular la venta a granel. Esto supone un profundo cambio en el actual sistema de almacenamiento y comercialización, una inversión que, de momento, muy pocos supermercados parecen querer asumir.
Este cambio contribuiría a reducir el problema, pero quedan muchos temas pendientes relacionados con los envases que afectan directamente al medio ambiente y a la cadena alimentaria. Se puede citar, por ejemplo, la gran cantidad de botellas de plástico que se adquieren en el mundo (un millón de botellas por minuto), son envases que aunque se pueden reciclar, el 91% termina en los vertederos y en los mares porque la industria no las utiliza por razones estéticas, recordemos que el tereftalato de polietileno (Pet) una vez reciclado no ofrece el atractivo que tienen las botellas que se elaboran con materias primas nuevas, de todo ello hablábamos aquí.
Una campaña similar a la puesta en marcha por Greenpeace es #DesnudaLaFruta impulsada por el blog dedicado a la vida sostenible ‘La Hipótesis de Gaia’ (@abejaslocas) y por ‘Vivir sin plástico’ (@Vivirsinplastic). En ella se persigue prácticamente lo mismo, aunque centrándose un poco más en el abuso de este tipo de envases utilizados de forma innecesaria en frutas y verduras, como el hecho de desproveer a un alimento de su propio envase (orgánico) para hacerle uno de plástico.
Sería interesante que conociendo la problemática de las botellas de plástico de las bebidas (especialmente de agua), se pusiera en marcha una campaña para solicitar alternativas para reducir el volumen de residuos que se genera, por ejemplo, introducir la obligación de retornar los envases, legislar para que las empresas deban utilizar el material reciclable y dejen de utilizar materias primas nuevas si no es necesario o, en su defecto, apostar por materiales para hacer botellas de agua que son biodegradables y que se han desarrollado hace algunos años.
De momento, la campaña de Greenpeace “Supermercados, dejad de plastificar nuestros alimentos” ha recogido 2.470 firmas, esperemos que a medida que pasen los días, el número crezca. Pero lo que realmente puede hacer fuerza para que los supermercados cambien su política con respecto al envasado de un solo uso de estos alimentos, es que los consumidores dejen de adquirirlos. En el momento en el que se sientan afectados económicamente, es muy probable que empiecen a introducirse los cambios que beneficiarán al medio ambiente.
Podéis conocer más detalles de la campaña a través de este enlace en la página oficial de Greenpeace.