El término ‘pesto’ no define únicamente a los clásicos de la cocina italiana como el pesto genovés, el pesto rojo, etc. Pesto procede del término ‘pestare’ y significa, pisar, machacar o triturar en un mortero, por lo que cualquier salsa en la que se machaquen los ingredientes (e incluso que se trituren, como se hace más habitualmente) se puede llamar pesto. Y hay mil y una recetas que podemos hacer, aquí tenéis sólo algunas ideas, a la que podéis sumar el Pesto de espinacas y anacardos que hemos preparado para unos ravioli frescos que hoy hemos cocinado.
Pero esta salsa de espinacas y anacardos que enriquecemos con levadura nutricional, también se puede utilizar en infinidad de recetas, especialmente las veganas, puesto que este pesto no lleva queso, aunque por su composición es como el denominado ‘parmesano vegano’. Podéis servir esta salsa con verduras, legumbres, carnes, pescados e incluso sobre una tostada o como dip para mojar, sólo tenéis que jugar un poco con la cantidad de agua que añadiréis para darle la densidad y textura deseada.
Ingredientes (6-8 comensales)
- 80 gramos de espinacas frescas
- 80 gramos de anacardos remojados (poner en agua al menos tres horas)
- 15 gramos de levadura nutricional
- 1 diente de ajo
- pimienta negra recien molida
- sal
- 60 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 30 gramos (aprox.) de agua.
Elaboración
Utiliza una batidora de mano eléctrica o un procesador de alimentos que no sea muy grande, aunque si quieres hacer este pesto en un mortero, también puedes.
Pon en el vaso o en la jarra de tu aparato de cocina las espinacas frescas picadas, añade los anacardos bien escurridos, notarás que están blanditos.
Añade la levadura nutricional no sólo es ideal para la pasta, el ajo pelado, pimienta negra recién molida y sal, empieza a triturar y añade a hilo el aceite de oliva virgen extra.
Comprueba la textura y añade un poco de agua hasta conseguir la que quieras para tu receta, si es para la pasta conviene que sea un poco más ligera que si fuera para un dip o salsa para mojar. Prueba también para rectificar de sal.
Acabado y presentación
Sirve la salsa pesto de espinacas, anacardos y levadura en un bol o directamente en el plato que has cocinado. Si sobra, la puedes guardar en un recipiente cerrado en el frigorífico. ¡Buen provecho!