Dado que la cocina italiana es una de las más populares del mundo, su tradicional salsa pesto la conocemos todos, es esa aromática y sabrosa salsa de albahaca, piñones, queso pecorino o parmesano, ajo, aceite de oliva virgen extra… Pero como sucede con todo lo tradicional, actualmente hay muchas variantes, muchas recetas de salsas que quizá no deberían denominarse pesto, o sí, porque este término italiano procede de ‘pestare’ que significa machacar o moler en un mortero, y así hacemos cantidad de salsas. Aunque también hay que decir que a menudo las salsas se trituran en un procesador de alimentos por motivos de tiempo, comodidad, rapidez…
El caso es que hoy os traemos una de esas variantes que os va a gustar, es nuestra receta de Pesto de albahaca, anacardos y queso fresco. Es una salsa baja en grasas y alta en proteínas, pues lleva muy poco aceite de oliva virgen extra, la textura se la aporta un queso con poco contenido graso, así que son los anacardos los que aportan mayor cantidad de este nutriente, pero es grasa saludable (también lo es la del aceite de oliva virgen extra, por supuesto). Esta salsa pesto ligera está deliciosa, es muy fácil de hacer y además es muy versátil. Se puede incorporar en platos de pasta o puede acompañar unas patatas asadas, unos crudités, unos nuggets, una ensalada de tomate… Tomad nota de la receta y disfrutad de esta deliciosa salsa.
Ingredientes (4 comensales)
- 150 gramos de skyr (se puede sustituir por queso fresco tipo Burgos o por queso batido, en este último caso quedará más líquido)
- 20 gramos aprox. de albahaca fresca
- 50 gramos de anacardos al natural
- 1 diente de ajo
- 15-20 gramos de aceite de oliva virgen extra
- unas gotas de zumo de limón
- c/n de sal
- c/n de pimienta negra recién molida.
Elaboración
Pon el queso fresco en el procesador de alimentos. Lava y seca bien las hojas de albahaca y si son muy grandes trocéalas para que no se enreden en las cuchillas. Incorpora la albahaca y los anacardos al procesador, junto al diente de ajo previamente pelado.
Tritura hasta obtener una salsa densa (aunque la densidad variará según el tipo de queso utilizado, con skyr queda con mucho cuerpo), añade a continuación el zumo de limón, la sal, la pimienta y el aceite de oliva virgen extra, vuelve a triturar hasta emulsionar.
Entonces prueba la salsa y rectifícala al gusto, el toque de aceite de oliva virgen extra le da muy buen sabor, el zumo de limón no debe ser demasiado para que no quede una salsa muy ácida, la cantidad de ajo (porque un diente de ajo puede ser muy pequeño o muy grande) también se puede graduar al gusto, y se puede retirar el germen, aunque eso no garantiza que el ajo no repita.
Acabado y presentación
La salsa pesto ligera está lista para servir, también puedes reservarla en un tarro cerrado en el frigorífico para tenerla lista para cualquier comida o cena de la semana. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria