Periodo de tiempo en el que un alimento sigue siendo seguro una vez pasada la fecha de consumo preferente

A raíz del post en el que respondíamos si se podían consumir los huevos una vez pasada la fecha marcada en su cáscara, que es la fecha de consumo preferente, nos habéis enviado varias consultas sobre otros alimentos que también tienen marcada una fecha óptima para su consumo, pero no fecha de caducidad. Recordemos que la fecha de caducidad indica hasta cuándo un alimento es seguro, y a partir de esa fecha, no debe consumirse.

Pero con los alimentos o productos que tienen fecha de consumo preferente no sucede lo mismo, esta leyenda quiere decir que sobrepasada dicha fecha, el alimento puede empezar a ver alteradas sus cualidades organolépticas, textura, sabor, olor… pero no deja de ser apto para consumo porque no representa ningún riesgo de toxiinfección alimentaria. De todas formas, cabe señalar que es importante que todos los productos se conserven en las condiciones recomendadas por el fabricante.

El yogur es uno de los ejemplos más populares, ya sabemos que este producto lácteo tiene fecha de consumo preferente, pero para tener garantías de que es un alimento apto para comer hasta pasados ciertos días de la fecha indicada en su tapa, tiene que haber permanecido conservado en el frigorífico, en caso contrario se puede haber estropeado (incluso antes de cumplir con la fecha de inicio de deterioro).

¿Qué otros alimentos podemos encontrar con fecha de consumo preferente? Pues son bastantes, entre conservas, alimentos secos como legumbres, pasta, arroz, harina, pan tostado, pan de molde, así como congelados, snacks, chocolates, aceites, miel… Es fácil ver en la etiqueta de cada producto si tiene fecha de caducidad o de consumo preferente, lo que quizá no se sabe tanto es qué recomiendan las agencias de salud sobre el tiempo óptimo de consumo de los productos con fecha de consumo preferente.

Por ello, vamos a ver a continuación lo que dice la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) al respecto, en su web muestra de forma orientativa el periodo de tiempo en el que se puede considerar que un alimento sigue siendo seguro una vez pasada la fecha de consumo preferente. Hay que tener en cuenta que hay productos que cuando se abren, deben consumirse en un plazo máximo de días que también está reflejado en el etiquetado, y este prima sobre la fecha de consumo preferente, además, no hay que obviar las instrucciones de conservación, normalmente en el frigorífico.

Alimentos que siguen siendo seguros una vez pasada la fecha de consumo preferente

Al menos 12 meses

Café, té, especias

Legumbres secas y en conserva, pasta seca, arroz, harina

Leche condensada, evaporada, en polvo (no niños)

Conservas de lata y en botes de cristal

Conservas de carne y de pescado

Jarabe, membrillo, miel

Chocolate en tableta

Agua mineral

Al menos 3 meses

Pan tostado, galletas y otras pastas secas, cereales para el desayuno, pasta seca rellena…

Bebidas UHT: leche, zumos de fruta, bebidas de soja…

Queso seco

Chocolate relleno, bombones, turrones

Jamón curado y embutido curado no rebanado

Aceite, margarina, mantequilla

Congelados

Salsas envasadas

Chips de patatas, de hortalizas

Al menos 1 mes

Pastelería blanda no rellena (magdalenas…)

Jamón curado y embutido curado loncheado

Al menos 15 días

Yogur

Pan de molde

Es muy importante tener en cuenta estos datos y ser conscientes de que distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente nos va a ayudar mucho a reducir el desperdicio de alimentos, que ya sabéis que está en cifras alarmantes, y tirar comida es tirar dinero, además de otros tantos recursos.

Más información | ACSA

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