Investigadores de la Universidad Estatal de Kansas (Estados Unidos) han llevado a cabo un estudio para determinar cuál es la percepción de los consumidores sobre los alimentos clonados. De sus conclusiones se desprende que los consumidores estadounidenses aceptan de mejor grado este tipo de alimentos, mientras que los consumidores europeos se muestran más reacios a consumir alimentos derivados de animales clonados.
En la investigación se realizó una encuesta a diferentes grupos de estudiantes pertenecientes a la Universidad de Estatal de Kansas, al Colegio Universitario de Dublín (Irlanda) y a la Escuela Superior de Agricultura de Purpan (Francia). Se les preguntó sobre la posibilidad de que compraran y consumieran carne o alimentos derivados de animales clonados. Se podría decir que se realizaba una comparativa entre la percepción de Estados Unidos y de Europa.
La primera conclusión ya la hemos citado, los estadounidenses aceptan mejor este tipo de alimentos, pero hay que recordar que existe el condicionante de que la FDA aprobó hace tres años los alimentos clonados indicando que no encerraban ningún tipo de peligro para los consumidores. Como sabemos, la clonación se emplea para obtener animales idénticos a animales originales que presentan mejores cualidades, mejor calidad de la carne, la leche, mayor resistencia a las enfermedades, mayor capacidad reproductiva, etc. La FDA ha argumentado que los alimentos tradicionales y los alimentos clonados muestran características y propiedades nutricionales muy similares y son aptos para el consumo.
Ahora bien, sabemos que incomprensiblemente los animales clonados sufren muchas más enfermedades y más mortandad que los animales originales, algo que en teoría no debería ocurrir, dado que son, en teoría, idénticos. Algunos investigadores nos dan una explicación sobre la elevada tasa de mortalidad de los animales clonados, se atribuye a las técnicas que se emplean de clonación, es decir, la técnica empleada no ofrece las máximas garantías por el momento, por lo que se podría deducir que los alimentos podrían representar un peligro para la salud humana a corto o largo plazo. Hay más que añadir al respecto, pero nos ceñiremos al estudio que nos habla de la percepción de los consumidores sobre los alimentos clonados.
Los resultados son muy interesantes, por un lado los estudiantes estadounidenses se preocupan por la seguridad alimentaria, principal argumento para rechazar este tipo de alimentos, en cambio, las razones de los estudiantes europeos están relacionadas con una perspectiva ética y moral (estas razones se consideran de mucho peso y más opositoras). Teniendo presente lo que hemos explicado anteriormente sobre el alto índice de mortandad y enfermedad de los animales clonados, sorprende saber que los estadounidenses aceptan estos alimentos de mejor grado.
Pero la conclusión más reveladora es saber que en el estudio se concluye que el etiquetado de estos alimentos puede ser un gran problema, ya que una buena parte de los consumidores al identificar los alimentos clonados no los adquirirían. Parece que se sugiere que no se deben etiquetar este tipo de alimentos, de hecho, la FDA (Food and Drug Administration) no regula la venta de carne o leche de animales clonados o sus descendientes y no se etiquetan los productos como clonados, ya que considera que son equivalentes en composición y características nutricionales a los alimentos tradicionales.
En cambio en Europa se ha solicitado continuamente el etiquetado de estos alimentos, aunque desgraciadamente se ha vetado. La Comisión Europea se ha negado a poner en marcha un sistema de etiquetado que identifique estos alimentos, sean obtenidos de animales clonados o de sus descendientes, salvo una excepción, el etiquetado de la carne de ternera. El argumento para rechazar el etiquetado es una posible guerra comercial con Estados Unidos, argumento que podemos considerar absurdo, de todo ello hablábamos en el post Legislación sobre los alimentos clonados con carácter de urgencia.
En Europa se ha pretendido agilizar el proceso de aprobación y legislación sobre los alimentos clonados y los denominados nuevos alimentos, con ello se pretendía fomentar e introducir en el mercado de la Unión Europea los “alimentos innovadores” siempre que se demostrara que cuentan con un nivel elevado de seguridad alimentaria, garantizando la protección de los consumidores y el medio ambiente, pero como ya hemos dicho, la alta mortalidad y enfermedad de estos animales hace sospechar, además, si las técnicas de clonación son las causantes, ¿no será mejor esperar a que se perfeccionen y se eliminen estos problemas?
El estudio de la Universidad Estatal de Kansas concluye además que aquellos estudiantes que sabían que tanto la FDA como la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) avalan los alimentos clonados, eran más receptivos a consumir alimentos clonados. La diferenciación que se realiza en esta investigación, estudiantes estadounidenses más preocupados por la seguridad alimentaria, y estudiantes europeos más preocupados por cuestiones éticas y morales, es una observación que no compartimos, en nuestra opinión preocupan los dos temas, la seguridad alimentaria y la perspectiva ética y moral del procedimiento.
Los alimentos clonados deben ser etiquetados y los consumidores debemos poder elegir lo que queremos comer, dejar caer que no es una buena idea el etiquetado no es algo que nos sorprenda, sobre todo porque Shonda Anderson, uno de los responsables del estudio, trabaja como gerente de marketing de National Beef Packing, compañía dedicada a la comercialización de carne ¿clonada?