A muchas personas les puede sorprender que un médico de familia o de cualquier otra especialidad no pueda hacer recomendaciones sobre alimentación basadas en la evidencia científica, pero realmente no debe resultar tan extraño, pues no es su especialidad. La medicina es una ciencia muy amplia y en constante evolución, afortunadamente, así que los profesionales de este sector están en una formación continua y cada uno debe abarcar lo que le corresponde. Hablando de alimentación y nutrición, los profesionales sanitarios especializados en ello son los dietistas-nutricionistas, y ya sabéis que no abundan en la sanidad pública.
Aún así, a muchos pacientes se les entregan dietas para darles unas pautas alimentarias cuando surge algún problema de salud, son las denominadas ‘dietas de cajón’, una fotocopia de una dieta que quién sabe quién la diseñó y que puede hacer más mal que bien a quien la sigue, pues cada persona, según su estado de salud, tiene unas necesidades alimentarias. De hecho, todos habréis oído hablar, e incluso experimentado, lo mal que se come en los hospitales, no porque cocinen mal, porque le falte sal a la comida o porque todo sea hervido o a la plancha, sino porque se ofrecen cosas que no aportan ningún beneficio a la salud de una persona sana, y mucho menos a la de una persona enferma, véanse las galletas y los zumos que se dan en los desayunos y meriendas, por ejemplo.
Este es un tema muy delicado y complejo, del que se puede hablar largo y tendido, pero no es el momento, como tampoco podemos centrarnos en la cantidad de asociaciones, organizaciones y otras instituciones (incluso oficiales) que dicen tener el objetivo de divulgar sobre alimentación y de ayudar a mejorar la salud de la población a través de la investigación y la promoción de un estilo de vida saludable. La industria alimentaria está detrás de todo, las subvenciones son muy poderosas, y los conflictos de intereses están a la orden del día.
No hay que buscar mucho para poner un ejemplo, la Pirámide de la Alimentación, utilizada desde hace años en las escuelas para proporcionar la poca información (o desinformación) que se ofrece en estos centros de estudios a los niños, no es correcta, según concluyen los buenos dietistas-nutricionistas, aún a pesar de que se va revisando y se publican actualizaciones de la Pirámide Nutricional, sigue teniendo errores, recordad que hablamos de la última actualización en este post.
Pues bien, a veces sí hay instituciones que hacen bien su trabajo, que sí tienen verdadera intención de mejorar la salud de la población, es el caso de la Agencia de Salud Pública de Cataluña de la Generalitat de Catalunya, que acaba de publicar en castellano la guía ‘Pequeños cambios para comer mejor’, una guía gratuita con buenos consejos para la alimentación de toda la familia. Y decimos que acaba de publicar en castellano porque hace unos meses ya habían publicado la edición en catalán, como van haciendo con todas las guías y consejos sobre alimentación que realizan profesionales y expertos en dietética y nutrición, como son, en este caso, Maria Manera y Gemma Salvador.
La guía ‘Pequeños cambios para comer mejor’ es una interesante lectura de principio a fin, menciona qué es el derecho a la alimentación, habla sobre qué es comer, qué es una alimentación saludable, qué comprende la dieta mediterránea, cuáles son los Objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y, entre otras cosas, explica que el Plan de Salud del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, tiene el objetivo de: Reducir el exceso de peso en la población infantil, incrementar el número de personas que siguen recomendaciones de alimentación mediterránea y reducir el consumo frecuente de productos ultraprocesados.
Saben que las guías alimentarias, en sus distintos formatos, pueden ser una buena herramienta para hacer llegar a la población consejos útiles para mejorar la ingesta alimentaria, mensajes breves y representaciones gráficas que amplíen los conocimientos sobre algo tan importante como lo que nos mantiene vivos, la alimentación. Pero, claro, esta información debe ser correcta, y aunque no mencionan cuál no lo es, proponen una nueva guía alimentaria que, como ya sabéis, se titula ‘Pequeños cambios para comer mejor’ y cuyo resumen podéis ver en la ilustración bajo estas líneas.
Esta nueva guía alimentaria de la ASPCAT (Agencia de Salud Pública de Cataluña) se estructura en tres grupos, alimentos que se deben consumir más, alimentos que se deben cambiar y alimentos que se deben consumir menos. Y ya lo veis, se deben consumir más frutas y hortalizas, legumbres y frutos secos, y se cebe llevar una vida activa y social. En el bloque de alimentos a los que se debe cambiar se mencionan principalmente el agua, en detrimento de cualquier otra bebida, los alimentos integrales (abandonando los refinados), el aceite de oliva virgen extra (como mejor grasa saludable) y alimentos de temporada y de proximidad.
Y sobre lo que se debe consumir menos, pues ya lo sabéis (y hay que tomarlo en serio), se trata de la sal, los azúcares, la carne roja y procesada y los alimentos ultraprocesados. Luego, en la guía, podréis encontrar información extensa y explicaciones sobre cualquiera de estas recomendaciones, entre muchas otras cosas, como trucos para facilitar el consumo de más frutas y hortalizas, legumbres y otros alimentos saludables y nutritivos, recomendaciones de consumo, beneficios de comprar en los mercados locales y cooperativas, consejos para ser personas activas, como conservar los alimentos, características y particularidades de los mismos, diferencia entre el consumo y las recomendaciones…
Os recomendamos descargar y leer la Guía de pequeños cambios para comer mejor a través de este enlace (Pdf), seguro que aprenderéis muchas cosas sobre la alimentación saludable, y tened en cuenta que hacer los cambios de forma paulatina será más eficiente y duradero que hacer cambios drásticos en la alimentación y en el estilo de vida, tanto individual como de la familia. Y no olvidéis compartir esta didáctica guía para que la buena información llegue a un mayor número de personas.