En Dinamarca se aprobó una proposición de ley que permite colocar pegatinas Smiley para conocer las condiciones sanitarias de un restaurante o de cualquier local que ofrezca comidas. Son cuatro pegatinas las que informarán a los consumidores sobre los resultados de la inspección sanitaria y de las condiciones higiénicas que presenta el local, un smiley muy sonriente, un smiley con una sonrisa comedida, un smiley con una cara seria y un smiley enfadado.
Esta es una buena medida de presión para que los restaurantes cuiden las condiciones higiénicas y sanitarias, las pegatinas Smiley pretenden ofrecer confianza a los clientes y que conozcan los resultados de los controles periódicos realizados en los establecimientos. El caso es que en Alemania, la Ministra de Consumo pretende utilizar el mismo sistema en el país, de este modo se identificarán claramente las condiciones de higiene y seguridad alimentaria de cada restaurante y los comensales serán quienes decidan si acceder o no al local.
La propuesta realizada está apoyada por los responsables de consumo de otros estados alemanes aunque no se habla de unanimidad, por otro lado, la asociación alemana de consumidores Foodwatch, asociación que muchos conocemos por el galardón otorgado a Actimel, el Premio a la mentira publicitaria más insolente, advierte que este sistema de alerta puede provocar errores en la evaluación sanitaria de los restaurantes si no se aplica en todo el país, así nos lo explica Marketing Directo, pero lo mejor es acceder a la página oficial de Foodwatch para conocer más detalles al respecto.
En Berlín existe un compromiso para introducir el nuevo sistema de evaluación mediante pegatinas Smiley para conocer las condiciones sanitarias de un restaurante, por el momento ya se ha anunciado que a partir de julio de 2011, en la capital alemana los consumidores podrán conocer la situación higiénica de los locales de la ciudad, ya no será una información oculta en las oficinas sanitarias gubernamentales, algo que se invita a que sea secundado en otros países, especialmente por los que se rigen bajo las normas y leyes de higiene de la Unión Europea.
Los resultados de las inspecciones sanitarias no deberían mantenerse en secreto, los consumidores somos desconocedores de la verdaderas condiciones higiénicas de cada restaurante, por un lado, el sistema Smiley obligará a los restaurantes a cuidar más estos aspectos dado que una cara seria o enfadada será una recomendación especial para que no accedamos al local, algo que juega en contra de los locales y les obliga forzosamente a realizar las reformas oportunas para que luzca una cara sonriente.
Sea para bien o para mal, liberar los datos de las inspecciones sanitarias es necesario, este sistema será mucho más efectivo que publicar una lista en Internet sobre los restaurantes y locales que presentan irregularidades, ¿qué opinas al respecto?
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