Vamos a hacer algo con vuestras peticiones de tener un espacio especial para las recetas de aprovechamiento, y de momento vamos a mostraros una elaboración de una salsa muy sencilla pero que va a demostrar que se puede aprovechar casi todo. Para hacer esta Pechuga de pavo hemos aprovechado el jugo que queda después de hacer el Pepino agridulce, que tiene un sabor y un aroma fresco que dan ganas de comérselo a cucharadas.
Pero claro, este jugo es muy líquido, así que lo que podemos hacer para espesarlo sin añadir materias grasas, ni carbohidratos y además manteniendo su sabor, utilizamos Xantana (también se puede hacer con gelatina). Esta salsa la podemos utilizar para aderezar una ensalada, para una receta de pescado a la plancha, pollo… nuestra propuesta es esta Pechuga de pavo con salsa agridulce de pepino. Esperamos que os sirva la idea.
Ingredientes (4 comensales)
- Jugo de la elaboración de los pepinos agridulces
- c/n de xantana
- 2 pechugas de pavo (o la cantidad deseada por ración, suelen ser grandes)
- 4-8 ajos tiernos
- aceite de oliva virgen extra
- piel rallada de limón
- pimienta negra
- sal Maldon
- salsa de soja (opcional)
- cilantro fresco.
Elaboración
Cuela el jugo que queda de la elaboración de los pepinos agridulces y ponlo en el vaso de la batidora, añade una cucharadita de xantana, tritura y si quieres que espese más, añade un poquito más, hay que graduar la cantidad según el líquido que tengas, hasta conseguir una salsa gelatinosa.
Otra posibilidad para espesar este jugo es añadiendo gelatina (cola de pescado o agar agar), en cantidad inferior a cuando se desea cuajar el líquido, si utilizas gelatina para espesar la salsa agridulce de pepino, sigue las instrucciones del fabricante sin dejar de tener en cuenta que no tiene que cuajar, sólo espesar.
Haz las porciones para cada comensal de pechuga de pavo, puede ser una pieza entera, pero también se puede hacer troceada, del tamaño de un bocado. Pela los ajos tiernos y córtalos.
Pon una sartén a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra y haz el pavo y los ajos tiernos, el tiempo dependerá del grosor de la carne blanca, procura que quede dorada por fuera y no muy hecha para que no quede seca.
Emplatado
Dispón en el plato la pechuga de pavo y nápala con la salsa agridulce de pepino, ralla sobre ella un poco de piel de limón, muele pimienta negra y añade unas escamas de sal (en la elaboración no le hemos puesto, puedes ponerle sal si lo prefieres). Acompaña con los ajos tiernos y unas hojas de cilantro fresco. Sirve también un cuenco con salsa de soja para que los comensales se sirvan si lo desean, le da muy buen punto de sabor. ¡Buen provecho!