El pato laqueado es uno de los platos estrella de Pekín, la capital de China, se ofrece en varios restaurantes de la ciudad como un verdadero manjar. La receta del pato laqueado se remonta a varias generaciones, de hecho, en el siglo XV se convirtió en una de las recetas preferidas del Imperio Ming y se mantuvo como exclusiva para la familia imperial hasta el año 1864.
El pato laqueado se ofrece en muchos restaurantes, pero sólo unos pocos lo elaboran según marca la tradición. Ahora recordamos el post la tecnología aplasta a la tradición gastronómica en China, en él podíamos conocer que una cadena de restaurantes había decidido cambiar los procedimientos de la receta utilizando hornos eléctricos tecnológicamente equipados en sustitución de los tradicionales hornos de leña.
Esta situación provocó crispación contra la empresa, sobre todo porque se veía como un modo de dar la espalda a la cultura y al tradicionalismo chino. 700 años de historia pesan sobre la receta del pato laqueado y actualmente es una receta accesible para todos los bolsillos según indica el documental, con lo que respaldaría a aquellos que están en contra de las intenciones del Grupo Quanjude Co. Ltd, empresa que quiere modernizar y cambiar la forma de preparar esta receta.
Según la receta tradicional, el pato debe estar bien cebado para que sea válido para la elaboración, antes de introducirlo en el horno para su cocción, el pato es recubierto con una salsa azucarada, posteriormente se coloca boca abajo en el interior del horno. La salsa y el fuego resultante de la leña de árboles frutales, conferirán al pato una textura crujiente y un sabor genuino en tan sólo 40 minutos de cocción.
El proceso continúa hasta laminar la pieza y ofrecerla al comensal envuelto en tortilla aderezada con diferentes salsas, sin duda, todo un disfrute para el paladar.
Nosotros lo hemos podido degustar en varias ocasiones y siempre que podemos repetimos porque es una verdadera delicia.