Los aperitivos son parte importante cuando se realiza una comida o cena especial, pero esto no quiere decir que para prepararlos tengamos que estar muchas horas en la cocina, tampoco implica tener que comprar una amplia selección de patés para llenar la mesa con ellos y con las respectivas tostaditas, de hecho, no solemos ser partidarios de comprar patés, sólo algunos en particular. Hay varias razones, entre ellas, que nos gusta hacer cremas para untar diferentes, ricas y a la vez nutritivas, que no sean muy pesadas y así poder llegar al final del menú sin problema.
Hoy os traemos una propuesta que os va a encantar porque es una crema para untar ligera, muy fácil y rápida de hacer, económica y por supuesto, está riquísima. Se trata del Paté de queso, trompeta negra y trufa blanca, que podéis elaborar con el queso crema que prefiráis, la seta fresca que en esta época abunda, un poco de almendra muy fina y tostada para aportar textura además de sabor, y aceite de trufa. Sobre el queso crema, nosotros utilizamos una sin grasa, ya sabemos que como contrapartida lleva otros ingredientes para aportar textura y demás, pero de forma ocasional se puede tomar sin problemas. Esperamos que toméis nota de esta receta y la probéis, a vuestros comensales le encantará.
Ingredientes
- 125 gramos de trompeta de la muerte fresca
- 2 o 3 ajos tiernos
- 15-20 gramos de almendra laminada
- 350 gramos de queso crema (puedes ser 0% M.G.)
- c/n de sal
- una pizca de pimienta negra recién molida
- 5 gramos de aceite de trufa blanca.
Elaboración
Limpia bien las trompetas de la muerte y reserva. Pela los ajos tiernos y pícalos bien finos. Pon una sartén antiadherente a calentar, a fuego medio, y tuesta las almendras moviéndolas asiduamente para que se hagan de forma homogénea. Cuando cojan un poco de color, retíralas a un plato y deja enfriar bien extendidas.
Pon ahora un poco de aceite de oliva virgen extra en la sartén y añade los ajos picados, muévelos para que dejen su sabor y dejen de estar crudos, antes de que se doren añade las trompetas negras. Saltéalas, deja que suelten su agua (no suelen soltar mucha) y que se consuma, antes añade un poco de sal. Retira las setas del fuego.
Pon en un cuenco el queso crema y añade las trompetas y la almendra laminada. Para que las setas estén troceadas pero no picadas muy finas, puedes cortarlas con las tijeras en el mismo cuenco. Puedes cortarlas dejando los trocitos del tamaño que desees, pero interesa que se vean y que se noten al masticar.
Añade una pizca de pimienta negra recién molida, el aceite de trufa blanca (también puede ser de trufa negra, y si no tienes ninguno, pues un buen aceite de oliva virgen extra) y mezcla bien. Pasa el paté de queso y setas obtenido a un recipiente con tapa hermética y deja reposar en el frigorífico hasta el día siguiente.
Acabado y presentación
Puedes presentar el paté de setas y trufa en un recipiente apropiado para que cada comensal se sirva sus tostadas, o si lo prefieres, ya untado en las tostadas (a tu elección), pero no las prepares hasta el momento en el que se vayan a comer para que el pan no se ablande. ¡Buen provecho!