He aquí nuestras Patatas bravas elaboradas con la salsa que afirman que es una de las auténticas de las patatas bravas de Madrid, por ejemplo las que sirven en el bar ‘Las Bravas’ y que personalmente no hemos tenido el gusto de visitar. Como explicábamos en el post Salsa para las patatas bravas, hay mucha confusión, desconocimiento o comodidad en un vergonzoso gran número de bares de toda España que a su vez confunden, y muchas veces desilusionan, a los comensales que renegamos de pedir unas ‘bravas’, unas croquetas o una tortilla de patatas porque no tratan el producto como se merece.
Se conoce que la clásica salsa para las Patatas bravas de algunos locales madrileños no lleva ni tomate, ni guindillas, ni tabasco… y ni mucho menos, mayonesa de ajo o lo que denominan all i oli, kétchup u otros tipos de salsas que además en muchos establecimientos no elaboran, es más cómodo recurrir a los preparados industriales. Pues ellos se lo pierden, porque lo que queremos disfrutar de un buen plato de patatas crujientes por fuera y tiernas por dentro, aderezadas con una buena receta de salsa brava, nos lo preparamos en casa.
Hemos preparado la salsa brava que os comentamos y pesamos los ingredientes para que podáis seguir la receta, aunque siempre podréis modificar cantidades al gusto, según la harina que se utilice la salsa espesará más o menos, así que se puede variar la cantidad de harina o la de caldo que sea necesario para conseguir la densidad deseada, se puede graduar la cantidad de picante variando la cantidad de pimentón dulce, agridulce o picante que se incorpore, añadir sal al gusto según el caldo utilizado…
Ingredientes
- Patatas para freír
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Para la salsa brava
- 30 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 20 gramos de harina
- 190 gramos de caldo de cocido
- 12 gramos de pimentón de La Vera dulce y picante (50/50)
- sal.
Elaboración
Empieza preparando la salsa, podrás servirla fría o caliente, pero su elaboración no lleva más de cinco minutos. Pon en un cazo el aceite de oliva y caliéntalo levemente, no debe llegar a humear. Calienta el caldo en otro cazo o en el microondas.
Retira entonces el cazo del fuego, incorpora el pimentón y bate con las varillas, añade seguidamente la harina y vuelve a mezclar hasta conseguir una pasta cremosa. Incorpora entonces la mitad del caldo y bate enérgicamente con las varillas para que se integre, añade poco a poco el resto de caldo mientras continúas batiendo.
Prueba y rectifica de sal si fuera necesario, pon el cazo en el fuego al mínimo de temperatura y bate con las varillas durante un minuto aproximadamente o hasta obtener la densidad de la salsa brava deseada.
Puedes dejar enfriar la salsa a temperatura ambiente y después reservarla en un tarro o biberón en el frigorífico, pero para servirla sobre las patatas fritas no conviene que esté muy fría.
Lava y pela las patatas, córtalas en dados irregulares pero de tamaño muy aproximado para una cocción homogénea. Pon a calentar abundante aceite de oliva para freírlas, pero no a fuego fuerte, si las patatas están cortadas gruesas hay que empezar confitándolas a fuego medio (las patatas deben estar bien secas antes de introducirlas en el aceite).
Cuando las patatas empiecen a estar tiernas, sube la temperatura del fuego al máximo para que se doren y queden crujientes, también puedes retirar las patatas unos instantes del fuego para que el aceite coja la temperatura rápidamente y después introducirlas para que forme la capa crujiente, como os explicábamos en el post Cómo hacer patatas fritas crujientes.
Escurre bien las patatas inmediatamente después de retirarlas del aceite para que no queden muy grasientas, sálalas y sírvelas aderezadas con la salsa brava. ¡Buen provecho!