Pastelitos de fresas y requesón

Hoy os traemos un desayuno, una merienda o un postre muy fácil de hacer y que gustará a todos. Es buen momento para empezar a disfrutar de fresas y fresones, por ejemplo con estos Pastelitos de fresas y requesón aromatizado con vainilla. Os recomendamos que hagáis vuestro azúcar vainillado, pero en esta ocasión, en lugar de introduciendo la vaina en el azúcar para que le impregne su aroma, mezclando las semillas del interior de la vaina una vez secas con el azúcar.

Este hojaldre relleno de fresas y queso fresco podríamos llamarlo Pocket pie de fresas y requesón, recordad que ya os contamos qué es un pocket pie, lo que se traduce como pastel de bolsillo, y simplemente es un pastel pequeño, individual, que se puede hacer con distintos tipos de masa, como el hojaldre, la masa brisa o quebrada… y también hay infinidad de formas de rellenarlo. Tomad nota, porque es fácil de hacer y está riquísimo, en cualquier momento que encendáis el horno, aprovechad para hacer estos pastelitos.

Ingredientes (4 comensales)

  • 1 lámina de hojaldre fresco
  • 200 gramos de requesón
  • 25 gramos de azúcar vainillado
  • 250 gramos de fresas
  • 1 yema de huevo
  • azúcar glas
  • sirope de chocolate o chocolate fundido.

Elaboración

Extiende el hojaldre y corta ocho porciones iguales, cuadradas o rectangulares, cuatro serán la base de la tarta y las otras cuatro serán para cubrirlas.

Pon en un bol el requesón con el azúcar vainillado y mezcla bien para que se endulce y aromatice. Reparte el requesón sobre cuatro porciones de hojaldre, extiéndelo dejando un filo alrededor para después poder pegar el hojaldre que cubrirla las tartitas.

Lava las fresas y córtalas en tiras o en rodajas, como prefieras. Colócalas sobre el requesón cubriéndolo completamente.

Estira levemente el hojaldre para cubrir las fresas, pues al hacer ‘montaña’ deberá ser un poco más grande que la base de hojaldre.

Presiona los bordes con los dedos y después sella con un tenedor o realizando motivos decorativos.

Bate la yema de huevo, añádele unas gotas de leche o de agua, y pinta los hojaldres, a continuación, con un cuchillo bien afilado, realiza tres cortes sobre cada pastelito para que en el horno respire, que pueda salir el vapor de la cocción de la fruta y que no se infle.

Coloca los pastelitos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y hornéalos, en el horno precalentado a 200º C con calor arriba y abajo, durante 17 minutos aproximadamente, hasta que le hojaldre se haya cocido y su superficie se haya dorado.

Retira los pastelitos de fresas y requesón del horno, pásalos a una rejilla para que se enfríen y la base quede crujiente. Antes de servir, puedes espolvorear con azúcar glas y decorar con un poco de sirope de chocolate o chocolate fundido que al secarse, quede crujiente.

¡Buen provecho!

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