La pasta fresca rellena está en todos los supermercados, hay mucha variedad en cuanto a tipos de pasta, rellenos y marcas que la comercializan, con lo que también hay diferentes calidades. Es por ello que la OCU se ha propuesto analizar la pasta fresca rellena para informar a sus suscriptores sobre cuál puede ser la opción más saludable, no sin concluir que este producto procesado no se puede considerar un plato completo, aunque eso es fácil deducirlo sin análisis alguno.
No obstante, puede ser una buena opción para hacer parte de una comida en muy pocos minutos, pues sólo requiere de dos o tres minutos de cocción, si lo comparamos con los precocinados que suele analizar la Organización de Consumidores y Usuarios, hemos visto las ensaladillas, las lasañas, los arroces y otros tantos productos más.
En casa compramos ocasionalmente pasta fresca rellena, nos encanta hacer una salsa rica para ella, pero siempre hemos dudado de su relleno. Hemos probado distintas marcas y sí es cierto que se nota la diferencia en el sabor, pero no sólo del relleno, también de la pasta fresca. El caso es que lo que nos interesa, y seguramente a muchos de vosotros también, es tener más en cuenta los datos que indican en la etiqueta sobre el relleno.
Así que, del análisis comparativo que ha realizado la OCU sobre la pasta fresca rellena, vamos a ver, ¿rellena de qué? Pues vamos a comprobarlo con siete tipos de relleno distintos, ya que de las 110 pastas que han analizado, han realizado siete grupos basándose en el ingrediente que más destaca en el frontal de cada envase de pasta, y son: Carne, embutido, pescado, pesto, queso, setas y verduras.
Carne: la pasta está rellena de una masa con carne, normalmente carne roja, aunque hay rellenos a base de ave. Puede haber pastas rellenas de carne y verdura.
Embutido: el relleno se compone principalmente de jamón. En algunos casos hay combinación de jamón y queso.
Pescado: no es un relleno muy frecuente. Se trata sobre todo de marisco con verduras.
Pesto: esta típica salsa italiana a base de albahaca, piñones y queso parmesano forma el relleno de la pasta fresca.
Queso: la combinación de diferentes quesos puede formar el relleno, aunque también puede venir acompañado de trufa, cebolla, fruta e incluso miel.
Setas: todo tipo de champiñones y setas forman la receta de este tipo de pasta rellena. En algunas recetas, se puede encontrar queso.
Verduras: la más común es la espinaca, pero también es posible encontrar pasta rellena con calabaza o berenjena.
Según la OCU, el relleno de la pasta fresca debe suponer, al menos, el 25% del peso total del producto, y esto se cumple, claro, pero ¿qué ingredientes componen el relleno además del que destacan en el envase? ¿Es el más abundante? Si alguien pensaba que por comer unos ravioli rellenos de espinacas ya estaba comiendo verdura, que se olvide.
Las pastas frescas rellenas de verduras suelen componerse de un 52% de relleno y el resto es pasta, pero de ese 52%, sólo el 15% aproximadamente es verdura. Lo mismo sucede con las pastas frescas rellenas de carne o pescado, aunque el relleno sea un 49% del producto, de ese 49% sólo la mitad es carne o pescado. Y cuáles son los ingredientes que abundan en el relleno, pues puede ser pan rallado, almidón de patata, patata deshidratada, fibra de trigo, margarina u otras grasas, aromas…
Veamos como ejemplo qué relleno lleva el ravioli de carne de la marca Auchan, información que está disponible en la web de la OCU: Relleno 44%: sofrito de carne con verduras 23%: carne de cerdo 43%, verduras: cebolla, zanahoria; agua, carne de ternera 9%, sal, especias, aromas, fibra vegetal, estabilizante: E450; pan rallado: harina de trigo, sal, levadura; agua, suero lácteo en polvo, mortadela sabor ahumado: carne de cerdo, grasa de cerdo, agua, fécula de patata, extracto de especias, sal, proteína de cerdo, azúcar, estabilizantes: E451i, E407; especias, aromas, antioxidante: E316; conservador: E250; colorante: E120; aroma de humo; aceite de girasol, preparado a base de patata: patata, emulgente: E471; antioxidante: E223; cebolla, fibra de trigo, jamón curado: jamón de cerdo, sal, azúcar, conservadores: E250, E252; antioxidante: E301; sal, queso fundido: queso, almidón modificado de patata, agua, suero lácteo, proteínas de la leche, sal, conservador: E202; almidón de patata; zanahoria, aromas.
¿Sorprendidos o ya lo teníais controlado? Si queréis ver la etiqueta de la pasta fresca rellena que soléis consumir y en este momento no la tenéis en casa, podéis consultar el comparador de la OCU pulsando aquí o podéis poner la marca en el buscador, además de ingredientes, porque es fácil que os salga el resultado con la información.
Entonces, ¿no será mejor comprar pasta fresca, tipo tallarines, y acompañarla con un poco de carne salteada que se hace también en dos minutos? Lo mismo se tarda en reducir en una cazuela unas espinacas frescas a las que se puede añadir requesón fresco de verdad, o en añadir a la pasta una berenjena escalivada y queso curado cortado en lascas, un buen aceite de oliva virgen extra o unas aceitunas.
Al final, que el relleno esté dentro o fuera de la pasta no será lo más importante si lo que queremos es comer comida rica y nutritiva, pero si os animáis a hacerla en casa, también os damos recetas, como estos ravioli de carne. De todos modos, que esto no sea motivo para que, si os gusta mucho la pasta fresca rellena, la disfrutéis de vez en cuando, porque eso también es salud.