Poco a poco van apareciendo en el mercado nuevas bebidas y alimentos elaborados con insectos, para algunos se trata de una apuesta alimentaria que aporta una cantidad de proteínas (recordemos que según esta investigación ofrecen prácticamente las mismas proteínas que la carne) y es mucho más respetuosa y sostenible con el medio ambiente. Desde hace años se habla del uso de los insectos como alimento a fin de reducir el hambre en el mundo, enriquecer la gastronomía, frenar el cambio climático, etc., pero muchos consumidores siguen rechazando este alimento.
Asia y África son grandes consumidores de insectos, son continentes en los que el hambre hace más estragos y la población está acostumbrada a comerlos, pero ¿cómo se puede hacer que los insectos sean aceptados en la alimentación de los consumidores de los países industrializados? Algunos expertos consideran que lo más importante para superar los problemas y las ideas preconcebidas sobre el hecho de comer insectos, es acercarlos a los consumidores, invitar a que los prueben y puedan apreciar el sabor que tienen. Se asegura que una de las principales claves para la aceptación es que el producto final no se asemeje a lo que son los insectos, un ejemplo es la pasta elaborada con harina de grillos que comercializa Bugsolutely.
Bugsolutely comenta que esta pasta, fusilli, tiene un sabor que se asemeja al de las nueces y las almendras, esto es gracias a que la harina ha sido tostada. Para la elaboración de esta pasta, se trabajó con técnicos expertos en la elaboración de pasta y con un cocinero a fin de poder dar con la mejor receta. El resultado, al menos en apariencia, lo podéis ver en la fotografía, a primera vista nadie diría que se trata de pasta elaborada con insectos, seguramente muchos creerían que se trata de una pasta integral y no unos fusilli elaborados con harina de grillos y harina de trigo.
Los grillos son criados para el consumo humano en granjas de Tailandia, cuentan con la certificación y aprobación de la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) y siguen los más altos estándares internacionales en materia de calidad y seguridad. La empresa pretende captar la atención de los consumidores, pero da la impresión de que especialmente se dirige a los cocineros, ya que anuncia que sus productos son únicos y con ellos se pueden crear magníficos platos con nuevos sabores. Como sabemos, cuando un cocinero empieza a utilizar un determinado ingrediente y sus platos son aceptados por los císticos, rápidamente se expande su uso en la restauración y en los hogares.
Esta empresa se fundó en Bangkok en el año 2015, centra su trabajo en el desarrollo, fabricación y exportación de alimentos elaborados con harina de insectos comestibles. En muy poco tiempo ha logrado darse a conocer en muchos países del mundo y aprovecha el tirón de un nuevo negocio floreciente para intentar consolidarse, a corto y medio plazo, como una marca referente en la elaboración de alimentos a partir de los insectos. Uno de sus productos estrella es la pasta elaborada con harina de grillos, fruto de la investigación para encontrar un producto que fuera saludable, rico y además aceptado por la sociedad.
La empresa explica que los grillos crecen rápidamente y sólo se necesitan 2 kilos de alimento para poder producir un kilo de proteína, en cambio, una vaca necesita 10 kilos de alimento para poder producir la misma cantidad de proteínas, esto demuestra que los insectos son la mejor opción para producir proteínas de una forma más eficaz y sostenible que cualquier otro animal de granja. Sobre los porcentajes de la emisión de gases de efecto invernadero, la empresa comenta que son muy inferiores a los de la ganadería, de ahí que cada vez más instituciones, organizaciones y países apuesten por este alimento por todas las bondades que ofrece.
Recordemos que algunos países como Bélgica, adelantándose a la aprobación y regulación de los insectos como alimento en Europa, crearon una guía sobre la seguridad alimentaria de los insectos comestibles, con información de interés para consumidores y productores. En esta publicación se habla de las especies de insectos que se pueden utilizar como alimento, cuáles son peligrosas, cómo deben ser las condiciones para la producción controlada, qué medidas de seguridad se deben adoptar, etc. Posteriormente, a finales del año pasado la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) dio a conocer una evaluación sobre los riesgos de los insectos para la alimentación humana y animal en todos los eslabones de lo que sería la cadena de producción para obtener esta fuente alternativa de proteínas, de todo ello hablábamos aquí. Parece evidente que la introducción de los insectos en la cadena alimentaria de los países industrializados es un hecho y a medio plazo podría ser habitual ver en los supermercados alimentos elaborados con proteínas de insectos.
¿Por qué Bugsolutely ha elegido Tailandia para producir los grillos y no Estados Unidos? La empresa considera que Tailandia es el lugar más apropiado por su clima, ya que al tener una temperatura tropical se evitan costes de calefacción que serían necesarios en otros países, por lo que en teoría se reduciría la huella de carbono, decimos en teoría porque lo que se ahorra por un lado se gasta por otro, los productos deberían enviarse a los países de destino y el transporte incrementa la huella de carbono. A esto hay que sumar que el país se coronó como el primer productor mundial de grillos para alimentación humana. Por otro lado, la tradición de comer insectos está muy arraigada en el país y tienen mucha experiencia en el tema. Tailandia es uno de los pocos países del mundo en los que se han desarrollado métodos de producción de insectos muy específicos con la ayuda de expertos en la materia.
La empresa envía sus productos a todo el mundo, por lo que si os apetece probar los fusilli elaborados con harina de grillos, podréis realizar el pedido, el precio de un paquete de 350 gramos es de 5’90 dólares (algo más de 5 euros), a esto hay que añadir los gastos de transporte, por lo que el paquete nos resultará por unos 12’20 euros. Podéis conocer más detalles de la pasta elaborada con insectos a través de la página oficial de la empresa.
1 comentarios
Realmente es una idea novedosa con muchísimo futuro para consumir proteína a un bajo coste medioambiental. Me gustaría conocer más del asunto.