Ha sido un placer explicaros esta mañana cómo elaborar el Pesto rojo, con él hemos preparado el entrante de hoy, un plato de pasta fresco es lo que nos ha apetecido, así hemos preparado esta Pasta de lasaña rizada con pesto rojo, pepino y aceitunas.
Este es un tipo de pasta (Lasagna riccia) que nos gusta tener en la despensa porque nos sirve para hacer todo tipo de platos, sean lasañas, canelones o como hoy, una pasta más para aderezar con una rica salsa, podemos cortarla como necesitemos y al ser una pasta gruesa, nos parece ideal para combinar con otros ingredientes que también son ‘gruesos’, como nuestro pesto rosso.
Podéis elaborar esta receta de pasta con pesto con la variedad de pasta que más os guste, aunque os recomendamos leer el post Tipos de pasta y la salsa adecuada para ampliar ideas.
Ingredientes (4 comensales)
- 300 gramos de pasta
- nuestro pesto rojo (ver receta)
- 1 pepino
- 30 aceitunas negras deshuesadas
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración
Pon una olla con agua al fuego para cocer la pasta, si utilizas la pasta de lasaña rizada, puedes partirla en dos o tres trozos, puesto que no es para rellenar. Cuando el agua entre en hervor, incorpora sal al gusto y la pasta, baja el fuego y deja cocer hasta que esté al dente.
Mientras tanto, pela el pepino y retira las pepitas con ayuda de un vaciador o una cuchara, córtalo en finas tiras y ponlo en un cuenco añadiendo sal para hacer el dégorger, que suelte el agua y se ponga blando para poder servirlo como unos tallarines. Cuando haya soltado el agua, pásalo a un escurridor y sécalo bien. Corta las aceitunas negras en rodajas no muy finas y reserva.
Escurre la pasta y refréscala ligeramente con agua para frenar la cocción, vuelve a escurrir y engrásala con un poco de aceite de oliva virgen extra antes de emplatarla. Añade también un buen chorro de aceite de oliva al pesto rojo.
Emplatado
Sirve la pasta de lasaña rizada en los platos y acompáñala con un bouquet de pepino, reparte las aceitunas negras y finalmente riega con la salsa de pesto rojo. En esta época servirlo tibio o frío es ideal, el pepino es un complemento que además de aportar frescor, proporciona una textura crujiente. En los meses más fríos puede servirse caliente con unas anchoas, unas lascas de queso… ¿tú qué propones?