En el libro La cocina fácil de Ferrán Adrià que ayer os comentábamos en el post de la receta Aguacate con anchoas y vinagreta de aceitunas negras, aparece en la sección ‘Con la nevera vacía’ una receta de Pasta con vainilla y parmesano, y no hemos podido evitar hacer hoy nuestra versión, añadiéndole algunos ingredientes y seguro que con alguna variación más, lo que nos llamó la atención fue la inclusión de la vainilla, consideramos muy atractiva la propuesta. Esta especia no debe destinarse únicamente a las elaboraciones dulces, nosotros la incluimos habitualmente en platos como el Orzo con salmón marinado, coco y vainilla, el parmentier, los langostinos crujientes… os animamos a que también lo probéis.
Para esta receta de pasta hemos echado mano de otros ingredientes que aportaran frescura y textura al plato, como unas gambas y unas rodajas de piña natural. La elaboración es muy sencilla y rápida como muchas recetas de pasta, un plato ideal para un día cualquiera en el que quieras saborear un buen plato de pasta, sin duda, repetiremos.
Ingredientes (4 comensales)
- 300 gramos de pasta
- 8 rodajas de piña natural
- 3 docenas de gambas peladas
- 2 vainas de vainilla
- 70 gramos de queso parmesano
- sal
- aceite picante (opcional)
- aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Pon una olla con abundante agua para cocer la pasta, nosotros en esta ocasión hemos utilizado gnocchi de pasta, pero puedes utilizar unos tallarines frescos por ejemplo. Mientras se hace la pasta, pon una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva y marca las rodajas de piña, previamente peladas y retirando el centro duro, hasta que se dore por los dos lados, sálalas ligeramente.
Retira la piña del fuego y resérvala. En la misma sartén, añade unas gotas de aceite de oliva (puedes poner unas gotas de aceite picante) y saltea las gambas peladas añadiendo una punta del interior de una de las vainas de vainilla. Retira del fuego y con una lengua de silicona apura el aceite de oliva de la sartén vertiéndolo sobre las gambas, pues ahí habrá quedado vainilla y dará más sabor al plato.
Cuando la pasta esté al dente, escúrrela y sin enfriarla, añade el resto de la vainilla (de las semillas del interior) y aceite de oliva virgen extra, la cantidad que desees para aderezarla. Mezcla bien e incorpora la piña, las gambas y la mitad del parmesano, vuelve a mezclar.
Emplatado
Sirve la Pasta con vainilla y parmesano en los platos repartiendo el queso restante y decorando con unas hojas de albahaca. ¡Buen provecho!
1 comentarios
Que cosa tan rica, me gusta la combinación de sabores. Saludos