Una de las masas cocidas más versátiles que podemos hacer es la denominada Pasta choux, ya sabéis, la masa con la que podemos hacer desde aperitivos a postres, pues se puede hacer con sabor neutro, y será el relleno el que conduzca a esta masa a un momento u otro de la comida. La versatilidad alcanza incluso su presentación, pues como hemos podido ver en varias recetas, podemos hacer los tradicionales bolitas infladas, los eclairs que son alargados, coronas como esta… ¿Qué es lo que más nos gusta de esta pasta además de su versatilidad y ligereza?, pues nos gusta disfrutar de una pasta choux crujiente.
Es muy fácil que disfrutemos de unas lionesas, chouquettes o petit choux crujientes cuando están recién hechos, pero cuando hay que guardarlos, aunque sea en un recipiente hermético, poco a poco van perdiendo esa textura en su fina corteza. Por eso, en muchas ocasiones podemos estar disfrutando de un aperitivo en el que nos ofrecen pasta choux rellena, en la que se confunde cuál de los dos elementos está más tierno.
Podemos recuperar el crujiente de la pasta choux en unos minutos, y de forma muy sencilla. La verdad es que merece la pena para que la degustación sea más satisfactoria. Seguramente muchas personas han dejado de hacer aperitivos con esta masa inflada porque no pueden hacerla en el mismo día en el que se va a servir, y buscan una alternativa para ofrecer pequeños bocados a sus invitados, como vol-au-vents, que tienen una mejor conservación de la textura.
También nos habéis contado en ocasiones que cuando hacéis pasta choux, después de hornearla se baja, para conocer un poco más cómo debe reaccionar la masa, os recomendamos leer Por qué se inflan los buñuelos. Además queremos recordaros que hagáis piezas pequeñas, pues si son muy grandes tienen más posibilidades de ablandarse y bajarse, y que las horneéis como mínimo a 200º C para que se hinche bien la masa, después se puede reducir la temperatura para ayudarle a secarse y conseguir un tostado moderado.
Ahora bien, volviendo al tema de conseguir una pasta choux como recién hecha, que recupere la superficie delicadamente crujiente, ya os hemos comentado que es muy sencillo, sólo que será necesario volver a utilizar el horno. Lo recomendable es que la pasta esté guardada en el frigorífico hasta el momento de introducirla de nuevo en el horno para recuperar la textura exterior. La temperatura de éste deberá ser media, ya están inflados, a unos 180º C, y el tiempo dependerá de la cantidad de choux que haya y del horno, como siempre, pueden ser cinco minutos, pero lo mejor es comprobarlo, tan simple como tocarlos.