Tan aparatoso como práctico es el pasapurés, un utensilio de cocina del que se relatan distintas historias sobre su origen, pero que en cualquier caso, ha ayudado en la labor culinaria para la obtención de cremosos y finos purés de frutas, verduras y hortalizas. A pesar de que a día de hoy disponemos de un amplio abanico de opciones para elegir un procesador de alimentos que además de hacer purés, ofrece otras utilidades, el pasapurés sigue ocupando un lugar importante en muchas cocinas.
Es por ello que el diseño de los pasapurés continúa avanzando, igual que su funcionalidad y calidad. Desde sus inicios este utensilio de cocina tiene una estructura similar a un colador, su funcionamiento ya lo conocemos, resumiendo, esta estructura tiene una base perforada y sobre ella hay un disco que dispone de una manivela que lo hace girar, ejerciendo presión sobre los alimentos blandos (por naturaleza o por ser sometidos a cocción) que se posan en él y que van atravesando la base perforada y saliendo por la parte inferior en forma de masa blanda o puré.
Existen muchos modelos de pasapurés, generalmente se escogen los fabricados en acero inoxidable, aunque hay de otros materiales, por su calidad y durabilidad, fácil limpieza y buena conservación. Se encuentran pasapurés de distintos tamaños que se adecúan a las necesidades de cada cocina, distintos diámetros que permiten hacer más o menos cantidad de puré en cada ocasión, aunque puede ser conveniente contemplar el espacio disponible en la cocina para guardarlo, pues es muy sencillo ir incorporando los ingredientes a triturar a medida que vamos dando vueltas a la manivela, no es necesario que este accesorio tenga un gran tamaño para ser funcional.
Nosotros seguimos utilizando el primer pasapurés que entró en nuestra cocina, tiene ya bastantes años y sigue funcionando casi como el primer día, pero no tiene tantos accesorios como los que se encuentran actualmente en el mercado, con posibilidad de cambiar los discos perforados, con distintos grosores para obtener distintas texturas en los purés, además de otras características como las patas antideslizantes, lo que nos permite colocar el pasapurés sobre cualquier recipiente (sea cual sea su material y su diámetro) para recoger el alimento triturado, y además se desmontan o pliegan ocupando menos espacio a la hora de guardarlos.
El que esperamos es el pasapurés que veis en la imagen que ilustra este post, es de OXO y os comentaremos sus cualidades una vez que nos llegue el pedido y lo probemos. A pesar de disponer de otros elementos que nos facilitan la labor de hacer purés que parecen terciopelo, como sucede con la Thermomix, no podemos obtener los mismos resultados en algunas elaboraciones como los que proporciona el pasapurés, y si pensamos así trabajando con un diseño antiguo, veremos lo que disfrutamos con el nuevo, sobre todo para hacer nuestros purés de patata, pero también para purés de verduras, compotas, mermeladas…
Y para vosotros, ¿es el pasapurés un utensilio básico en vuestra cocina?