La paprika es para Hungría lo que en España es el pimentón, es el polvo obtenido del secado y el molido de ciertas variedades de pimientos rojos (Capsicum annum) de la familia de las solanáceas. Igual que nuestro apreciado Pimentón de la Vera, la paprika se encuentra en diferentes grados de picor, pero no proporciona el sabor ahumado del pimentón español.
El uso culinario de la paprika en Hungría está muy arraigado, cocina que goza de platos muy aromáticos y con sabores picantes, como el tradicional Gulash. Esta especia originaria de América, que como sabemos empezó a cultivarse hace unos 5.000 años en México, además de encontrarla en polvo (siendo su presentación más habitual), también la podemos encontrar entera o en copos.
Se cuenta que el pimiento llegó a España antes que a Hungría, donde se estableció su cultivo como ingrediente a finales del siglo XVII, siendo las regiones de mayor producción Szeged (que inicia oficialmente la labor en 1920) y Kalocsa (que comenzó en 1971).
En 1996 se realizó un programa de cooperación con el que científicos de Szeged y de Kalocsa estuvieron durante tres meses en la provincia de Extremadura para familiarizarse con el cultivo de los pimientos destinados a elaborar el pimentón, conocer las variedades cultivadas, el procesamiento tecnológico, la calidad de los sistemas, etc. Los españoles también estuvieron durante tres semanas en Hungría para intercambiar conocimientos entre otras cosas.
Según la variedad de los pimientos utilizados para la elaboración de la paprika, siempre dentro de los Capsicum annuum, y generalmente con las variedades de la propia región, el color puede ir del anaranjado, al rosado y al rojo intenso.
La Paprika en su país de origen se comercializa mucho como souvenir, pero no lo tiene muy fácil en nuestro país, como hemos comentado, porque disponemos de excelentes pimentones como el pimentón murciano y el pimentón de la Vera.