En Nueva Zelanda se ha desarrollado una nueva variedad de fruta, se trata de un híbrido de pera con un aspecto que engaña, ya que es el de una manzana, incluso sabe como una manzana, pero en realidad es una pera. Aunque coloquialmente se le denomina Papple, los expertos del Programa de Investigación de Plantas y Alimentos del país (Plant & Food Research) la han bautizado como PremP109.
Plant & Food Research trabaja desde hace 60 años en el desarrollo de todo tipo de variedades de frutas y hortalizas mediante técnicas de hibridación, manipulación genética, etc., buscando conjugar calidad, salud y resistencia a los diferentes tipos de enfermedades que atacan a estos alimentos. La Papple o PremP109 se desarrolló hace unos años, aunque hasta hace un par de años no se obtuvo la primera cosecha en el campo experimental (la podéis ver en la fotografía).
La producción era de 80 árboles, y dentro del huerto experimental se desarrolló favorablemente, pero era necesario constatar su viabilidad fuera del recinto controlado. Con la ayuda de productores locales, su cultivo y producción se determinó factible. Desde entonces y en menos de dos años, ya se ha iniciado su expansión a la conquista del mercado asiático y europeo, aunque su producción está limitada por el momento a 4.500 árboles.
El híbrido de pera con forma de manzana se ha obtenido de una variedad de pera europea y otra asiática, por lo que no existe, en principio, ningún parentesco con la manzana, su color es de un tono rojo-rosado y la piel presenta un aspecto moteado que recuerda a las manzanas, pero también a algunas variedades de peras. Su carne es crujiente y tiene el dulzor característico de las peras, es sabrosa y refrescante, claro que habrá que probarla para constatar esta información. Lo que ya nos aseguran es que no se parece a la pera nashi, en la que seguramente muchos estaréis pensando.
La innovación en el mundo de las frutas es una constante, podemos citar un par de ejemplos como la manzana Redlove con una carne de color rojo rosado, o la manzana tamaño XL, llamada así porque tiene un diámetro de un 15% mayor que una manzana normal y además pesa un 38% más. Detrás de las nuevas variedades se realiza un trabajo complejo, para obtener una nueva variedad que sea aceptada a nivel de cultivo y organolépticamente y que además alcance el mercado, se han tenido que realizar hasta 1.000 intentos de hibridación. A esta complicación hay que añadir que los árboles tardan en dar su primer fruto, por lo que el proceso puede durar varios años.
Ahora se anuncia la introducción del nuevo híbrido de pera con aspecto de manzana en el mercado del Reino Unido de la mano de la mano de M&S (Marks & Spencer). Como os hemos comentado, de momento la producción es limitada y el que quiera disfrutar de una Papple tendrá que pagar una libra (1’25 euros) por pieza de fruta.