La receta de panna cotta de calabaza es un cremoso postre tan goloso como el Pastel de calabaza, algo más suave en sabor, además de muy versátil a la hora de servirlo. Podemos hacer esta panacota para componer un postre como en un restaurante, acompañando de una pequeña porción de bizcocho o galleta crujiente, una quenelle de helado, nata o crema, un coulis… o servirlo sólo, por sí mismo es un manjar delicioso.
Como otras recetas de panna cotta que ya os hemos mostrado, su elaboración es muy sencilla, sólo tendréis que preparar con antelación la calabaza, sea cocida o asada al horno, como más os guste u os resulte más práctico. En el primer caso, hay que tener en cuenta que no tenga agua, que esté bien escurrida. Con esta preparación previa, sólo serán necesarios diez minutos para hacer la Panna cotta de calabaza, luego sólo será cuestión de tiempo que ésta cuaje y esté lista para conquistar a tus comensales.
Ingredientes (6 comensales)
- 200 gramos de calabaza asada
- 500 gramos de nata 35% M.G.
- 100 gramos de azúcar moreno (se puede variar la cantidad de azúcar según lo dulce que se desee)
- 2 c/p de especias para pastel de calabaza
- extracto de vainilla (opcional)
- 2 gramos de agar agar (o el equivalente en hojas de gelatina, depende del fabricante).
Elaboración
Utiliza un cazo con fondo grueso para una difusión de calor homogénea, pon la nata y el azúcar moreno, calienta a fuego moderado y moviendo de vez en cuando. Cuando la nata empiece a hervir, retírala del fuego y añade las especias y el agar agar, mezcla bien y vuelve a poner en el fuego, bajando la temperatura al mínimo, cuece durante un minuto.
La calabaza previamente asada, pelada y troceada, ponla en el recipiente de la batidora, incorpora la nata y tritura hasta que todos los ingredientes estén integrados, obtendrás una crema muy ligera, puedes colarla si lo deseas.
Vierte el preparado en los moldes, flaneras, ramequines, copas… depende de cómo quieras servir la panna cotta de calabaza, desmoldada o en su molde. Deja enfriar a temperatura ambiente y después cúbrelas con film transparente, reserva en el frigorífico durante un mínimo de dos horas para que termine de tomar consistencia y los sabores especiados se intensifiquen.
Emplatado
Sirve la Panna cotta de calabaza en copa, vaso o desmoldada en un plato de postre, es un bocado cremoso muy agradable al paladar, además de exquisita en su sabor. Puedes acompañarla de unas galletas crujientes para contrastar texturas, o unos frutos secos tostados y caramelizados. ¡Buen provecho!