En Nueva Zelanda acaban de aprobar un proyecto de Ley en el que se obliga a los panaderos a producir pan fortificado con yodo, la idea es garantizar que la población recibe las necesidades diarias de este microelemento.
El yodo es un elemento esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo y especialmente para el funcionamiento de la glándula tiroides. Una deficiencia de este elemento en la edad adulta puede provocar carencia energética, falta de memoria, anemia, depresión y diversos problemas de salud, una solución para paliar estas deficiencias sería incluir en la dieta pan fortificado con yodo.
La carencia de yodo afecta de forma distinta dependiendo de la edad, en un feto o en un niño pequeño puede provocar retraso mental, evidentemente es necesario que aportemos las cantidades diarias necesarias de yodo a nuestro organismo.
Los neozenlandeses no reciben la cantidad de este microelemento que necesitan diariamente, las razón es la escasez de yodo en el suelo del país o el deficiente consumo de sal, elemento del que no son muy amantes. Es diferente lo que ocurre en otros países como por ejemplo España, donde se está reduciendo el contenido de sal en el pan gradualmente, para que la población no lo aprecie, debido al abuso que realizamos de esta sustancia y los problemas que ello conlleva. Canadá también se encuentra sujeto a un plan de reducción de sal por un problema similar.
Sin embargo, para los neozenlandeses el problema es totalmente al contrario y aunque no se estipula el aumento del consumo de sal, sí será obligatorio que en cualquier producto de panadería se utilice sal yodada.
Cada vez son más las leyes y obligaciones que se adoptan para garantizar un buen estado de salud a través de la alimentación, se puede nombrar también la obligación de enriquecer el pan con ácido fólico en Estados Unidos o Reino Unido, aunque todavía no está claro que beneficie a toda la población.
Vía | Agrodigital
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