El de hoy es un Pan fácil con esponja que no se puede describir, hay que probarlo. la elaboración de la receta es muy sencilla y el resultado espectacular, una miga alveolada, esponjosa y jugosa, tierna y con una corteza dorada y muy crujiente.
En cuanto al sabor, esta receta de pan fácil con esponja te lleva a disfrutar del sabor del pan auténtico. La esponja ayuda a que reúna todas estas características. El método del esponjado no es más que una preparación previa de una masa leudante, o sea, un prefermento como el poolish.
Ingredientes
Esponja
- 7 gramos de levadura fresca
- 250 gramos de agua tibia
- 115 gramos de harina.
Masa de pan
- 450 gramos de harina de fuerza
- 100 gramos de harina integral
- 10 gramos de levadura fresca
- 200 gramos de agua
- 10 gramos de sal.
Elaboración
La noche anterior o unas 6-8 horas antes prepara la esponja. Mezcla todos los ingredientes y déjala reposar cubierta con un paño en un lugar cálido.
A la hora de elaborar el pan, disuelve la levadura en el agua e incorpórala a la mezcla de harina de fuerza e integral. Añade después la esponja y a continuación la sal. Amasa durante diez minutos aproximadamente, también puedes utilizar la Thermomix o la máquina de amasar de la que dispongas.
Esta masa resultará algo más pegajosa que las habituales, enharínate las manos y haz una bola con ella. Déjala reposar en un cuenco bien grande espolvoreada con un poco de harina y cubierta con un paño. El levado será de una hora aproximadamente en un lugar cálido.
Cuando la masa haya doblado su volumen viértela sobre una superficie enharinada y divide en dos trozos para hacer dos panes, también puedes hacer con una de las porciones un pan redondo y con la otra hacer dos barras.
Dale la forma de pan deseada, si dispones de cestas de pan o bannetons, será ideal para hacer el segundo levado, en todo caso puedes utilizar un recipiente similar, como un cuenco o una panera cubierta con un paño de lino y enharinado.
Deja levar de nuevo hasta que doble su volumen, otra hora aproximadamente, mientras tanto precalienta el horno a 250º C. Hornea el pan creando vapor en el horno, con un bandeja de agua en su interior o pulverizándola de vez en cuando durante la cocción. Cuando introduzcas el pan en el horno baja la temperatura a 200º C y cuando la corteza esté dorada y suene hueco cuando golpees con los nudillos, el pan estará listo, el tiempo de reloj rondará la media hora (dependiendo del tamaño del pan y del horno).
Cuando el pan fácil con esponja esté listo, retíralo del horno y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe. Aprovecha para quedarte con ese aroma a pan delicioso que invadirá tu cocina hasta el momento de degustarlo.