Un investigador de la Universidad Charles Sturt de Australia está trabajando en el desarrollo de un pan elaborado con harina de lentejas con el propósito de incrementar el consumo de esta legumbre a través de un alimento básico como es el pan. Con esta iniciativa se pretende proporcionar un valor añadido a las lentejas y que la población se beneficie de todas las bondades que ofrece esta legumbre, un producto rico en proteínas, antioxidantes y vitaminas, lo que se traduce en beneficio para la salud de los consumidores y una mayor rentabilidad para los productores.
Parece ser que el 90% de las lentejas que se producen en Australia son exportadas a países donde esta legumbre se consume de forma más habitual, por ejemplo la India o Pakistán, sin embargo, estos países han aumentado significativamente los aranceles que se aplican a las lentejas (medida proteccionista) a fin de poder proteger e impulsar la venta y consumo de la producción nacional. Este es uno de los motivos que demuestran que es necesario generar demanda en el mercado australiano en apoyo a los productores, algo que se puede conseguir desarrollando alimentos que aporten un beneficio extra a la salud.
Drew Portman, el investigador que trabaja en el desarrollo de un nuevo pan producido con harina de lentejas, comenta que los beneficios nutricionales de este alimento pueden ayudar a aliviar algunas de las enfermedades crónicas que afectan a más del 50% de los australianos, sobre todo sabiendo que la ingesta de alimentos vegetales en niños y adultos es insuficiente. Recordemos que también se llevan a cabo otras iniciativas para incrementar el consumo de verduras, un ejemplo es el brócoli en polvo del que hablábamos el pasado mes de junio, con el que se pueden enriquecer todo tipo de alimentos y bebidas.
Claro, que el pan de harina de lentejas no es el único producto concebido para ayudar a los productores de esta legumbre y facilitar su introducción entre los consumidores, se puede citar también la cerveza de lentejas producida por la cervecera artesana Lobethal Bierhaus, que manifestó su intención de elaborar cervezas con productos como los garbanzos o las habas.
Volviendo al pan de lentejas, el investigador comenta que al introducir la legumbre en este alimento básico, se añade al pan aminoácidos esenciales, proteínas de calidad y fibra, ya que las cáscaras de las lentejas también son utilizadas. El resultado es un pan de calidad nutricional superior que puede formar parte de una dieta saludable para luchar contra el sobrepeso y la obesidad, y también contra la desnutrición endémica especialmente en aquellas comunidades con economías más deprimidas, proporcionándoles un alimento muy nutritivo y económico.
Uno de los retos a los que se enfrenta el mercado australiano es cambiar la actitud de los consumidores frente al consumo de legumbres, consumo que es reducido a pesar de que se ha brindado mucha información sobre el valor que tienen para la salud. Por ello, la idea es presentar las lentejas de un modo diferente que permita su aceptación, impulsando su demanda y la rentabilidad de los productores. Claro, que el hecho de que se presente un pan de lentejas como un producto innovador no garantiza que los australianos lo acepten, aunque se tiene esperanza en ello. Lo que falta, y no sólo en Australia, es educación sobre alimentación y nutrición, pues se come más por gusto que por necesidades, no hay suficiente consciencia de lo importante que es la alimentación para la salud.
En cualquier caso, también hay que decir que el pan no está elaborado exclusivamente con harina de lentejas, se elabora con una mezcla de harina de trigo y las pruebas que se realizan implica probar las propiedades reológicas y de horneado de la harina, así como la evaluación de la calidad del pan, sus propiedades nutricionales, sus características organolépticas, etc. Además, se espera poder seguir trabajando para utilizar la mezcla de harina de trigo y harina de lentejas en la elaboración de otros alimentos.
De momento, se puede decir que se está intentando desbloquear el potencial que tienen las lentejas, y se ha demostrado que la mezcla de harina de lentejas y harina de trigo mejora la calidad nutricional del pan, estando la clave en la optimización de la proporción de la mezcla para obtener un pan con un volumen aceptable y una miga esponjosa. Pero queda mucho por investigar y muchas pruebas que realizar, por lo que aún pasará bastante tiempo antes de que un pan elaborado con harina de lentejas empiece a comercializarse.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad Charles Sturt.